El consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Pedro Rollán, es uno de los dos nombres que más suenan para ser candidato a la investidura como presidente de la Comunidad de Madrid tras la dimisión este miércoles de Cristina Cifuentes. El otro aspirante con más opciones es Ángel Garrido, consejero de Presidencia que ahora se convertirá en presidente interino.

En 2011 Rollán se convirtió en el alcalde más votado entre las grandes ciudades de España, de Torrejón, donde también se vio salpicado temporalmente por la Operación Púnica. Nunca imputado, es también el "hombre de partido" que busca desde hace días el PP para suceder a Cifuentes .

Además, Rollán ha sido colaborador y hasta hace unos días se mantenía en la línea de defensa del PP madrileño a la ya expresidenta. Negaba hasta hace nada que el partido estuviera buscando sucesor para ella, se unió a la estrategia de desprestigio del profesor de la Universidad Rey Juan Carlos que filtró la información sobre el máster de la presidenta (llegó a compararle con un psicópata "como el que hemos visto en las películas") y también a la teoría de la conspiración en la que estaría implicado hasta el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

En el curriculum de Rollán, de 49 años, casado y padre de dos hijos, constan tres másters, en Marketing por la Escuela Superior de Estudios de Marketing en Administración y Dirección de Empresas y en Liderazgo y Administración Pública.

Entre las propiedades que declara, Rollán posee, al 50%, dos parcelas urbanas en la Comunidad de Madrid cuyo valor catastral no llega a 32.000 euros, una plaza de aparcamiento un una parcela rústica en Salamanca, valorada en 400 euros.

Tiene el 10% de una nave industrial en la Comunidad, el 25% de una sociedad llamada Comunidad de Bienes Loeches 2011 y el 10% de Alimentación Rollán S.L. Es cotitular de tres cuentas corrientes que suman 207.000 euros y posee, también a la mitad, un vehículo que compró por 24.000 euros.

Desde su llegada al Gobierno regional, declaraba un sueldo bruto anual de 100.556 euros.

Rollán trabajó en el sector privado, como comercial de Schweppes España, antes de entrar en política. Militante del PP desde 1994, se convirtió después en presidente del partido en Torrejón y en 2007 consiguió la alcaldía de esta ciudad, en la que encadenó tres mayorías absolutas seguidas.

Llego a la alcaldía con la prioridad del "control e integración" de los inmigrantes del municipio, una realidad que, dijo entonces, "se ha desbordado". Esta llamada de atención se convirtió en polémica en 2010, por una ordenanza que endurecía lo criterios de empadronamiento y que negaba la inscripción en el censo a inmigrantes con visado de turistas y a personas que vivieran en pisos donde no dispusieran de 20 metros cuadrados por inquilino.

Rollán defendió esta medida para evitar el hacinamiento de los extranjeros en pisos pateras y advirtió de que era aplicable tanto a extranjeros como españoles. El entonces alcalde admitió que había que actuar para "evitar que un fenómeno [la inmigración] que fue una oportunidad se convierta en un problema en estos tiempos de crisis".

A pesar del rechazo que encontró esta medida, cuatro años después se convirtió en el alcalde más votado de entre las grandes ciudades españolas, un récord que revalidó en 2015 ex aequo con el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero.

Cerró su etapa como alcalde en 2015, cuando salió de Torrejón para integrarse en el Gobierno de Cristina Cifuentes, como consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras.

Su llegada al Gobierno regional coincidió con un informe de la Cámara de Cuentas de Madrid que daba cuenta de "irregularidades" en un Ayuntamiento que pagaba a sus proveedores a 449 días en lugar de 60 y sobresueldos a discreción por encima de los límites que marca la ley y donde se apreciaron concesiones de contratos superiores sin concurso, un agujero con los bancos de 670.992 euros y operaciones inmobiliarias sobrevaloradas de la empresa de la vivienda.

Cifuentes le defendió. Tras su primera junta de Gobierno, la nueva presidenta afirmó que este tipo de cosas es "habitual" y que eran "desajustes administrativos que nada tienen que ver con la corrupción".

No sería la única vez que expresidenta rompería una lanza a su favor, aunque fuera de manera indirecta. En julio del año pasado, la Fiscalía Anticorrupción pedía a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que diera un impulso a una de las 16 piezas de la Operación Púnica, que supuso un auténtico terremoto en el poder municipal del PP de Madrid.

El hilo conductor era la empresa de organización de conciertos y festejos Waiter Music, a la que entre 2004 y 2013 contrataron 35 municipios y de la que los investigadores sospechaban que era uno de los cauces a través del cual se habría financiado el PP de Madrid, en manos entonces de Esperanza Aguirre y Francisco Granados.

Rollán estaba entre esos alcaldes que contrataron con esta empresa, en concreto, por valor de 155.927 euros durante su mandato. Sin embargo, nunca fue imputado, algo que sí le ocurrió a Jaime González Taboada, amigo personal de la presidenta, número 3 de su Gobierno y compañero de Rollán en el Gabinete de Cifuentes.

La presidenta no tuvo más remedio que dejarle caer en septiembre del año pasado y Rollán le sustituyó en la Consejería de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio.

Nada apuntaba entonces a que Rollán podría volver a cambiar de responsabilidades en el Gobierno madrileño y que, nada menos, podría convertirse en candidato a presidente de la Comunidad de Madrid si el PP se inclina finalmente por él.