La Policía Nacional ha detenido en Málaga a un hombre por su presunta participación en un delito de financiación del terrorismo. El arrestado realizaba remesas periódicas de dinero cuya finalidad era lograr que su esposa, una de las terroristas más buscadas y peligrosas de Europa, viajara a Siria y se integrara en Estado Islámico.

La mujer, de 35 años, abandonó España en febrero de 2016 en un vuelo con destino a Grecia, interrumpiendo el trayecto en Turquía. En julio regresó a Málaga y en noviembre de ese mismo año emprendió viaje de vuelta a Turquía, adoptando medidas de seguridad para borrar su rastro. Con el apoyo del detenido, cruzó a través de Francia para recalar en Italia.

El marido, de nacionalidad marroquí, de la misma edad y con residencia legal en España, apoyaba los planes de su pareja para integrarse en Estado Islámico en compañía de otro peligroso yihadista al que conoció en internet, un palestino de 25 años considerado un mando intermedio de la organización terrorista.

A pesar de que el detenido conocía el propósito de la mujer de no regresar y llegar a Siria, le realizó envíos de dinero a Italia que recibió y que estaba destinado a que ella y su acompañante continuaran viaje a través de Grecia y de allí a la provincia turca de Hatay, área limítrofe con Siria, y a zonas controladas por Estado Islámico y Al Nushra. En total, le llegó a proporcionar más de 6.000 euros para lograr su objetivo.

El arrestado era conocedor de la actividad delictiva que iba a realizar su pareja al convertirse en una foreign fighter (combatiente extranjera), extremo que contaba con su apoyo económico y que además ocultaba de manera deliberada a las autoridades.

Ya en la zona bajo control de Dáesh, la yihadista llegó a entrar en combate, algo que se reserva en exclusiva a las mujeres más peligrosas y activas. Además, continuó con sus actividades de captación remota, contactando con chicas a las que intentó convencer de que la yihad es el único camino del buen musulmán.

Su radicalidad y su constante alusión a cometer atentados en España la convierte en una amenaza real para la seguridad pública en Europa y en objetivo número uno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante su posible retorno. Estas investigaciones provocaron que la Policía Nacional impulsara la interposición por parte de la autoridad judicial de tres ordenes internacionales de detención.

Esta operación, en la que se han practicado dos registros, uno de ellos domiciliario, se ha realizado en colaboración con Europol y con el apoyo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 2 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Desde el 26 de junio de 2015, fecha en la que el Ministerio del Interior elevó a 4 el Nivel de Alerta Antiterrorista, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han detenido a 234 yihadistas en España y en el exterior y a un total de 279 desde principios de 2015.