El acusado de matar a un anciano de un puñetazo por una discusión de tráfico dice que no fue intencionado

Imagen que muestra al conductor novel que mató a un anciano de un puñetazo en Torrejón de Ardoz (Madrid).
Imagen que muestra al conductor novel que mató a un anciano de un puñetazo en Torrejón de Ardoz (Madrid).
A. D.
Imagen que muestra al conductor novel que mató a un anciano de un puñetazo en Torrejón de Ardoz (Madrid).

El acusado de matar a un octogenario de un puñetazo en un paso de peatones de Torrejón de Ardoz (Madrid) tras una discusión por la velocidad a la que conducía el agresor se ha enfrentado este martes a un juicio oral, donde ha declarado que "en ningún momento tuvo intención de matar al anciano" y que él "simplemente" apartó el bastón que sostenía la víctima, quien caminaba ayudado por uno debido a su complexión débil.

Así lo ha manifestado José María P.S. en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid. La Fiscalía solicita 12 años de prisión y una indemnización de 100.000 euros para la viuda del fallecido y sus dos hijos para el acusado por un delito de homicidio.

Según el fiscal, los hechos ocurrieron en mayo de 2017, cuando el acusado se dio a la fuga después de que "propinara un fuerte puñetazo en la cara a la víctima" de 81 años, quien le recriminó su conducción al "irrumpir a gran velocidad" en el paso de peatones que estaba cruzando y que finalmente falleció de forma instantánea a consecuencia del golpe, ya que sufrió una herida abierta en la región occipital, traumatismo craneo encefálico severo y una hemorragia intracraneal.

Sin embargo, durante su declaración, el acusado ha asegurado que "nunca" tuvo la intención de matar al anciano y él "únicamente apartó el bastón" con el que la víctima "le apuntaba". Por otra parte, José María P.S. declaró que que todo comenzó cuando un conocido le avisó de que su madre estaba siendo trasladada al hospital, momento en el que se encontraba acompañado "de una prostituta".

Debido al estado de nerviosismo que esta noticia le supuso, ha admitido que condujo "a gran velocidad" y que "ni siquiera" vio al anciano cruzando el paso de peatones, por lo que "frenó bruscamente" al darse cuenta de que estaba ahí.

Como consecuencia de la maniobra, el procesado ha dicho que el anciano le recriminó su conducción e hizo "comentarios referentes a la etnia gitana", además de intentar golpearle con el bastón, por lo que él apartó el objeto y la "víctima cayó al suelo por sí mismo". Tras esto, el acusado se marchó del lugar y, tras comprobar que su madre estaba en buen estado, acudió a entregarse a Comisaría acompañado de su padre. Desde entonces, permanece en prisión provisional.

UNA CASA POR UNA VIDA

Mientras testificaba, el procesado se ha derrumbado y ha mostrado su intención de ayudar a la familia del fallecido cediendo la casa que su tío le dejó en herencia, propiedad que actualmente está embargada por el proceso judicial.

Durante la lectura de los escritos, el representante del Ministerio Público ha destacado la constitución física de la víctima, de 160 centímetros de altura, y la del acusado, de 180, y ha instado al jurado a que se fijen en su corpulencia "para comprender la importancia de lo sucedido".

Asimismo, la acusación particular ha querido recalcar la "débil complexión" del anciano y la situación en la que dejó a su mujer, que padecía alzheimer y a quien cuidaba.

Por su parte, la defensa ha recordado "lo buen estudiante" que era el acusado, que entonces tenía 18 años y era padre de una niña de 40 días. El juicio continuará este miércoles en la Audiencia Provincial a las 10 de la mañana.

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