Apenas seis días después de que Ana Julia Quezada ingresara en la prisión almeriense de El Acebuche, acusada del asesinato del pequeño Gabriel Cruz, comienzan a filtrarse detalles sobre su encarcelamiento y los cambios que ha provocado su llegada al centro penitenciario.
Uno de esos cambios, según revela Antena 3, es que los funcionarios de prisiones han retirado los dibujos de peces que las reclusas habían hecho y colgado en zonas de la prisión, solidarizándose con la familia del pequeño Gabriel, que había utilizado este símbolo como forma de apoyo durante la búsqueda del menor.
Aunque la detenida permanece aislada del resto de reclusas y vigilada de cerca por una presa de confianza, la dirección de la prisión ha querido evitar tensiones y que se mantenga el respeto a la interna, que está a la espera de juicio.
La información citada revelaba además que Ana Julia Quezada ha hablado con sus familiares, a los que ha pedido que le manden dinero para gastos como "café y cigarrillos".
El abogado de la asesina confesa ha asegurado que se encuentra bien, aunque está tomando tranquilizantes y antidepresivos y se ha mostrado "arrepentida".
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