La titular del Juzgado de instrucción número 21 de Valencia ha acordado el archivo definitivo del procedimiento abierto como consecuencia del accidente de metro de Valencia ocurrido el 3 de julio de 2006, en el que murieron 43 personas.

Según han informado hoy fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), la instructora reitera los argumentos de anteriores resoluciones, en las que estimó que la responsabilidad penal había quedado extinguida al fallecer el conductor del convoy accidentado y por "ser otra la responsabilidad en la que puede haber incurrido la Administración".

La magistrada ha dictado esta resolución tras analizar el resultado de las cuatro diligencias de prueba solicitadas por familiares de algunas de las víctimas, que han evidenciado que "el elemento determinante del descarrilamiento fue la velocidad en la circulación y que los elementos de seguridad de la vía funcionaron correctamente respecto de la función que tenían encomendada, sin que conste la infracción de ninguna norma objetiva de cuidado, tanto en materia de régimen laboral como de seguridad dentro del ámbito del tráfico ferroviario".

Concretamente, el Informe de Inspección señala que "en el accidente no se han observado infracciones en materia de jornada, descanso y trabajo a turnos". Además, de la documentación aportada "no se desprende la existencia de incumplimiento de las obligaciones de la empresa en materia de gestión y prevención de riesgos laborales que pudiera haber tenido incidencia".

En cuanto a la existencia de una conversación el día del accidente entre el maquinista fallecido y el regulador del control de mandos, una vez escuchada por la magistrada se considera que "carece de cualquier interés para la causa".

La magistrada sostiene que la ampliación del informe pericial referente al estudio de la programación de las balizas corrobora la tesis mantenida en anteriores resoluciones al concluir que "la baliza 1680 no tenía por función limitar la velocidad a la entrada de la curva donde ocurrió el siniestro". Además, el mencionado informe deja claro que "la programación de la baliza 1680 cumplía con la finalidad para la cual se colocó la misma y que no existía ningún indicio de que ese día no hubiese funcionado correctamente".

Contra esta resolución cabe recurso de reforma y subsidiario de apelación, o puede ser directamente apelada ante la Audiencia Provincial de Valencia.

La causa ya fue archivada el pasado mes de marzo por la jueza, pero después fue reabierta a petición de los familiares, que insistían en que la falta de seguridad en la línea fue determinante en el trágico accidente.