Marcel Dzama: el dibujo como arma para la revolución

  • La Casa Encendida de Madrid dedica una exposición a este artista canadiense, creador de un fascinante universo personal que bebe de las influencias de Goya, El Bosco y Duchamp.
  • 'Dibujando una revolución' profundiza en sus últimos trabajos en dibujo pero también explora la inmersión del autor en las tres dimensiones a través de esculturas, dioramas o películas. 
Marcel Dzama. REVOLUTION, 2016 Cortesía de David Zwirner, New York/London
Marcel Dzama. REVOLUTION, 2016 Cortesía de David Zwirner, New York/London
MARCEL DZAMA
Marcel Dzama. REVOLUTION, 2016 Cortesía de David Zwirner, New York/London

A sus 43 años, Marcel Dzama (Winnipeg, Canadá, 1974) es uno de los artistas más prolíficos e imaginativos de su generación. Un creador capaz de dar vida a un universo propio (plagado, a su vez, de numerosas referencias) que no ha dejado de sorprender desde sus primeros dibujos a tinta y acuarela.

En este imaginario, que necesita de la observación, dedicación y paciencia del espectador para no perderse ni un detalle, caben todo tipo de personajes: desde los más bellos (bailarines de ballet, cantantes de ópera, árboles humanos...) hasta los más violentos (soldados decimonónicos o terroristas del siglo XX). Es por ello que su obra perturba y fascina a partes iguales y también una de las razones por las que su trabajo se cotiza al alza y ha sido requerido para portadas de discos, videoclips o ilustraciones de libros.

Sus criaturas, a medio camino entre la realidad y la ficción, beben de los Desastres de la guerra de Goya, su oscuridad, violencia y realismo; los extraños y delirantes personajes de El Bosco; y el dadaísmo de Duchamp.

Tras su paso en 2012 por el CAC de Málaga con la muestra Con razón o sin ella, la obra de Dzama recala de nuevo en nuestro país para protagonizar una extensa exposición en La Casa Encendida de Madrid. Dibujando una revolución (Drawing on a Revolution), que el público podrá disfrutar hasta el próximo 7 de enero, profundiza en sus últimos trabajos en dibujo pero que también explora la inmersión del autor en las tres dimensiones a través de la escultura, los dioramas, las maquetas, la escenografía y el cine.

El arte como arma de denuncia

Dividida en tres salas, la primera de ellas presenta, por primera vez en España, sus trabajos centrados en la temática de la revolución con los que quiere utilizar su arte como respuesta a la situación política actual. Dzama nos invita a reflexionar sobre el mundo en obras realizadas este mismo año como The love of all things Golden (2017) con Donald Trump como protagonista; La révolution sera fémenine (2017) o Political to Poetical (2017), en las que muestra su faceta más feminista y activista. También ha creado para la ocasión un mural en una de las paredes de la sala, con el que evoca los valores del grafiti y el poder del arte para hacer denuncia.

Esta visión tan crítica del artista con la realidad actual tiene su origen en la colaboración con Raymond Pettibon (Tucson, Arizona, 1957), mítico dibujante de la escena underground y punk de los 80, con el que elaboró varios "cadáveres exquisitos" en 2015. El resultado se publicó en forma de fanzine, Dzama/Pettibon, con motivo de la Printed Matter's 2015 New York Art Book Fair del MOMA PS1. La edición tuvo tanto éxito y se agotó tan rápido (24 horas), que los artistas han seguido repitiendo la experiencia desde entonces como herramienta de protesta.

Personajes que echan a andar

En esta sección también se incluyen sus famosos dioramas, en los que traslada sus dibujos al volumen. La comisaria de la exposición, Estrella de Diego define así estos trabajos: "Ya en los primeros dibujos de Dzama quedaba claro cómo los personajes -habitantes extraordinarios de los grandes suburbios del corazón- debían echar a moverse. Sus trabajos tienen a menudo un regusto a coreografía de una hipotética batalla (...). Son unas coreografías sorprendentes e irónicas que remedan la de don Carnal y doña Cuaresma en el Libro del buen amor".

Para de Diego es fundamental el carácter carnavalesco en toda la obra de Dzama: "El carnaval es el último resquicio para mantenerse fuera del orden y sus restricciones; una ranura para la subversión, una estratagema para prolongar ese tiempo en el cual se trastoca el orden establecido y nadie es nada que dure para siempre".

En este salto natural del papel a las tres dimensiones, la segunda sala de La Casa Encendida se dedica a las esculturas de Dzama. Destaca la obra Merry go round #2 (2011) compuesta por marionetas realizadas en aluminio que recuerdan al Ballet Triádico que el alemán Oskar Schlemmer realizó en 1922. También la instalación Death Disco Dance (2011) un video expuesto de manera escultórica a través de varios monitores en los que se recrea un ballet con algunos de los personajes que aparecen en sus dibujos. Las paredes de esta sala están recubiertas por una de sus últimas piezas The cast and crew of the old revolutions (2017), un papel continuo que muestra los bocetos de algunos diseños de vestuario y distintos personajes de muchos de sus films y dibujos.

Por último, el recorrido finaliza con la proyección de Une danse des bouffons or A jester's dance (Una danza de los bufones), vídeo realizado en 2013 que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto. La pieza toma como punto de partida la obra Étant donnés de Marcel Duchamp y fija su atención en la artista brasileña Maria Martins (amante de Duchamp) interpretada aquí por Kim Gordon, ex Sonic Youth.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento