La Guardia Civil y la Policía Nacional han incrementado la vigilancia especial por las noches en la frontera que separa Ceuta y Marruecos para evitar posibles nuevos asaltos de inmigrantes.

Este operativo se puso en marcha el pasado día 7 cuando se produjo el primero de los siete intentos de asaltos masivos en una semana por los inmigrantes subsaharianos que esperan al otro lado de la frontera del Tarajal para entrar en Ceuta.

Según ha podido comprobar Efe, los efectivos de la Policía Nacional aumentan su presencia nocturna en las inmediaciones del paso fronterizo, donde hasta tres vehículos policiales se encuentran cada noche en los carriles de acceso a la ciudad.

Estos agentes se encargan de dar fluidez al paso de vehículos por la zona, sobre todo con la intención de que los mismos no puedan entorpecer un posible intento de entrada masivo a la carrera, tal y como se produjo la pasada semana.

La Guardia Civil mantiene un operativo especial de control en los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre, sobre todo en determinadas zonas por donde los agentes consideran que es más fácil burlar los controles fronterizos al ser conocidos como "puntos ciegos" del vallado.

La Guardia Civil controla estas zonas con efectivos del Grupo Rural de Seguridad (GRS), que suelen acudir a los lugares por donde las cámaras de seguridad detectan movimientos de personas al otro lado del paso fronterizo.

Asimismo, un helicóptero de la Guardia Civil colabora todas las noches en las labores de vigilancia del perímetro al efectuar varios vuelos próximos al vallado.

La vigilancia se produce después de que la ciudad sufriera la pasada semana hasta seis intentos de entrada en grupo, lo que constituye la mayor presión sufrida por Ceuta en una única semana, y habrían sido más, destacan fuentes policiales a Efe, si las autoridades marroquíes no contienen en su territorios a otros grupos que pretendían llegar al vallado.