"Despedir a 2.800 personas es un exceso, es un porcentaje altísimo, casi un 20% de la plantilla". El comité de empresa del Banco Popular desconocía hasta la mañana de este martes que la entidad tiene pensado recortar casi 3.000 empleos, tal y como adelanta el diario Expansión. Un plan de ajuste que conllevará también el cierre de un número indeterminado aún de las más de 1.900 sucursales de la entidad.

La dirección de la empresa se reunirá con los sindicatos este jueves 15 de septiembre, aunque el motivo inicial de la reunión no era debatir estos despidos, sino un asunto relacionado con la jornada laboral cuyo debate ya ha sido aplazado en dos ocasiones: el 6 y el 12 de este mes de septiembre.

"Evidentemente ahora iremos a la reunión con este información y esperamos que nos ofrezcan datos en detalle sobre los despidos", asegura a 20minutos Luis Francisco del Corral, secretario general de la sección sindical estatal de UGT. "Querer despedir al 20% de la plantilla es algo fuerte, pero aún no tenemos más datos de los que ha ofrecido Expansión".

La empresa, preguntada por este medio, ni confirma ni desmiente la cifra de despidos que supuestamente se planteará al Comité de empresa para comenzar las negociaciones. Un plan de ajuste que se enmarca dentro del proceso de optimización estructural que comenzó en junio con la ampliación de capital de 2.500 millones realizada para sanear el balance del banco.

"El anterior consejero delegado y el presidente Ángel Ron ya anunciaron en la junta de accionistas de abril que se produciría una reestructuración de plantilla, pero nosotros en principio rechazamos cualquier número de despidos", zanja Del Corral, que avanza que defenderán la totalidad de los 15.000 empleos en la entidad financiera.

El actual consejero delegado de la entidad, Pedro Larena, confirmó a la dirección del banco a principios de septiembre el arranque del plan de optimización operativa para reducir costes. Y según el citado económico, el 20% de los despidos se producirá en los servicios centrales de la entidad y el resto, de la red de oficinas.

El sector financiero se encuentra inmerso en un proceso de reestructuración por la revolución tecnológica que ha supuesto la banca online. Aparte del Popular, otras entidades como Santander, Ceiss o La Caixa han anunciado ya despidos para adaptar sus redes de sucursales al nuevo escenario de servicios digitales.