Pedro Sánchez y Susana Díaz han firmado una paz momentánea para evitar que el partido se desangre en las elecciones generales del próximo 26 de junio. Pero la tregua, detallan miembros del sector crítico, solo durará hasta que acabe el recuento de votos: "Si Pedro baja de 85 diputados o si Podemos e IU nos pasan, Susana saldrá en 24 horas a pedir su cabeza y la creación de una gestora".

La "conjura" entre el secretario general y la baronesa andaluza es puramente utilitarista y tiene dos objetivos. El primero es lanzar un mensaje de unidad que movilice a un electorado al que Sánchez ve "desmotivado".

"Llevamos un mes de cierre de filas porque está en juego el partido y cada vez que peleamos entre nosotros, la ciudadanía nos castiga", explica a 20minutos un opositor a Sánchez. "Susana puede levantar al PSOE si vuelve a caer, pero es que ella es nuestra única oportunidad. Además, tampoco le conviene heredar un partido muerto", sostiene, a su vez, un veterano de Ferraz. "Ella se ha dado cuenta de que una derrota de Pedro puede convertirse también en una derrota suya", añade un socialista próximo a Sánchez.

El segundo objetivo del PSOE es salvar los muebles en Andalucía. La comunidad constituye el primer granero de votos del PSOE (1,4 millones de apoyos el pasado 20-D), pero también es feudo de Podemos (con Madrid, su caladero más importante con 749.000 votos) y de Izquierda Unida (primera posición con 256.000 apoyos).

"Podemos no tiene implantación rural, pero Manolo Monereo o Diego Cañamero, que vienen por IU, sí, y eso nos puede hacer daño", admite un partidario de Susana Díaz. "Si uno exige a los demás que ganen bien, uno debe ganar bien, y la presidenta estaría preocupada porque algunas encuestas [la de GAD3 para ABC y un estudio anterior de la Universidad de Granada] dicen que el PSOE dejaría de ser el partido con más escaños en Andalucía", recuerdan desde Ferraz. El PP, de hecho, ha reforzado su presencia en la zona sur ante la posibilidad de colocarse como primera fuerza.

El equipo de Sánchez ha programado tres actos conjuntos con Díaz (el 23 de mayo, en Granada; el pasado lunes, en Jerez de la Frontera; y este martes, en Sevilla) para combatir a la confluencia. Además, el candidato se presentará en solitario en Málaga el miércoles 15 y cerrará la campaña con su baronesa en Sevilla el viernes 24 de junio. Solo Madrid, donde el PSOE perdió cuatro diputados y pasó de segunda a cuarta fuerza en diciembre, recibirá más atención, ya que permitirá a Sánchez hacer campaña a pie de calle y acudir a las televisiones, que tendrán más peso en esta campaña.

Los movimientos a seguir después del 26-J dependerán del resultado que arrojen las urnas. "Si es malo, se tiene que ir al día siguiente", exige un dirigente crítico.

El plan de Díaz pasa por forzar la salida de Sánchez, convocar un congreso inmediato como el que Eduardo Madina reclamó ante el Comité Federal en el mes de febrero e implantar una gestora que gobierne el PSOE de forma transitoria. Los 'susanistas' mencionan como presidente de la misma al barón asturiano Javier Fernández, pero el círculo de este niega que se le haya ofrecido esa posibilidad.