Caballos, jamones, implantes de pelo... Los regalos de las tramas de corrupción en España

  • Las tramas políticas y empresariales han intercambiado regalos y prebendas para 'engrasar' sus relaciones fraudulentas.
  • Se agasaja a representantes públicos, funcionarios, trabajadores privados...
  • La mayoría de los sumarios continúan abiertos.
Francisco Javier Guerrero, el exdirector general de Trabajo de la Junta de Andalucía imputado en el caso de los ERE fraudulentos.
Francisco Javier Guerrero, el exdirector general de Trabajo de la Junta de Andalucía imputado en el caso de los ERE fraudulentos.
Juan Ferreras / EFE
Francisco Javier Guerrero, el exdirector general de Trabajo de la Junta de Andalucía imputado en el caso de los ERE fraudulentos.

El levantamiento del secreto de sumario de la 'operación Púnica' ha dejado al descubierto los regalos con los que la trama corrupta 'engrasaba' sus relaciones y compraba voluntades políticas. En todas las redes corruptas se soborna con dinero, pero además del pago en metálico se usan regalos en especie.

Púnica (PP)

Un testigo aseguró a la Guardia Civil que el constructor Antonio Pardal pagó al exconsejero regional Francisco Granados estancias en un hotel de lujo en Sevilla donde se veía con "putitas de confianza". Pardal le habría regalado las cabezas de dos toros de Miura, un caballo blanco "del que se había encaprichado» su mujer y habría levantado para él una piscina y una casa de madera «rematada con una cerámica de la Virgen del Rocío".

Gürtel (PP)

Benjamín Martín Vasco, exteniente de alcalde de Arganda, se fue gratis de viaje de novios a EE UU y la PolinesiaEl matrimonio formado por Jesús Sepúlveda y Ana Mato obtuvo 43 billetes de avión (a Disneyland, Ecuador, Suiza...), 16 alquileres de coche, 8 estancias en hoteles, 5 viajes en tren, un Jaguar de 52.000 € y un Range Rover de 83.000. La trama también pagó la comunión de una de sus hijas y una fiesta de cumpleaños con globos payasos y confeti, según consta en el sumario. Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda, usó un flamante Jaguar S-Type a costa de la trama. Su homólogo en Boadilla, Arturo González Panero, viajó 'por la cara' a Miami. Benjamín Martín Vasco, exteniente de alcalde de Arganda, se fue gratis de viaje de novios a EE UU y la Polinesia. En Valencia, Barberá recibió un bolso de Louis Vuitton.

Aquamed (PP)

Arcadio Mateo, director general de la empresa pública dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, se hizo un implante de pelo durante un viaje a Turquía. Ambos servicios habrían sido financiados por altos ejecutivos de FCC y Acciona, acusados, junto a Mateo, de amañar adjudicaciones públicas a cambio de sobornos.

Brugal (PP)

La investigación cuenta con una larga lista de políticos del PP agasajados que incluye un reloj de 24.000 € para el exalcalde de Benidorm Manuel Pérez Fenoll; ropa por valor de 600 € para la exalcaldesa de Alicante Sonia Castedo; o el pago de un bungalow para la hija del antecesor de esta, Luis Díaz Alperi, por parte del constructor.

Malaya (GIL)

La inmobiliaria Aifos obsequió a políticos, funcionarios públicos, jueces y notarios de Marbella. En el informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) figuraban jamones de 200 euros, champán francés, embutidos ibéricos, bolsas de Loewe más de 600 € y, sobre todo, estancias VIP en el hotel Guadalpín a 500 € la noche.

ERE de Andalucía (PSOE)

Francisco Javier Guerrero, exdirector de Trabajo de la Junta de Andalucía, se hizo con un equipo GPS, un DVD y dos pantallas de televisión instaladas en un BMW Q-5 y un viaje a Menorca después de haber adjudicado 60.000 en ayudas a un empresario, según la Guardia Civil.

Nóos (Casa Real)

La infanta Cristina y Urdangarin desgravaron en 2003 como gasto de la empresa familiar Aizoon, S. L. un regalo de Loewe que ambos hicieron al entonces heredero de la corona, Felipe de Borbón, según un correo electrónico que consta en la causa.

Pokemon (PP, PSOE)

Las empresas Vendez-Semarsa y Aquagest hacían regalos a consejeros y alcaldes gallegos a cambio de contratos. Los informes recogen que Francisco Rodríguez, alcalde de Ourense por el Partido Socialista de Galicia, habría recibido un Rolex de varios miles de euros. Álvaro Abelardo Ulloa, jefe de la Policía Local, fue agraciado con viajes y un reloj Omega, al igual que el presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar (PP). A Francisco Fernández Liñares, presidente de la Confederación Hidrográfica del Sil, le desbrozaron una finca y le plantaron eucaliptos en otra como recompensa por sus servicios.

Mercurio (PSOE)

Una pieza separada del caso investigó por qué el socialista Jorge Bustos usó dinero de la Federación de Municipios de Cataluña para regalar 200 relojes Calvin Klein a los alcaldes que formaban parte del organismo.

Marea (PSOE)

Almacenes Pumarín y Comercial de Papelería (Igrafo) favorecían sus relaciones comerciales entregando jamones ibéricos, estancias en hoteles, cruceros, muebles, cocinas y teléfonos móviles de última generación a altos cargos públicos del PSOE y funcionarios. Los informes de la UDEF y de Agencia Tributaria reflejan contabilidades paralelas para sufragarlos.

Plaza (PSOE)

El exgerente de Plaza recibió un viaje a Brasil para toda su familia por 6.000 €El juez sostiene que el exgerente de Plaza, la plataforma logística de Zaragoza, recibió un viaje a Brasil para toda su familia por 6.000 € y que el ingeniero supervisor remodeló su vivienda a costa de la plataforma logística.

Las claves

El 'caso de los trajes' de Valencia > Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, y Ricardo Costa, secretario general del PP en la región y diputado autonómico, fueron absueltos de cohecho impropio al no poder demostrarse de manera fehaciente que la trama Gürtel les regaló trajes de alta costura. El exvicepresidente del Ejecutivo Víctor Campos y el exjefe de Gabinete de Turismo Rafael Betoret se declararon, en cambio, culpables de los mismos hechos, por lo que se les condenó a devolver las prendas y a pagar una multa de 9.600 euros cada uno.

El delito de cohecho impropio> Consiste en que un sujeto –autoridad política o juez– infringe su integridad y perturba el funcionamiento de la gestión pública al recibir prebendas o dinero de personas sobre las que ha de tomar una decisión. El regalo debe tener un valor económico apreciable y ser relevante.

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