Greenpeace denuncia los altos niveles de radiación de las zonas descontaminadas de Fukushima

  • Las medidas que se emplean no consiguen el efecto deseado y además generan graves problemas adicionales.
  • El gobierno japonés prevé autorizar el regreso de los habitantes desplazados en 2017, algo que pondría en riesgo su salud.
  • El límite máximo que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) establece es de un milisievert al año, el equivalente a cien radiografías.
Un grupo de trabajadores de la empresa TEPCO, propietaria de Fukushima, comprueba la radiactividad de la planta nuclear en una de las salas de control de un reactor de la central.
Un grupo de trabajadores de la empresa TEPCO, propietaria de Fukushima, comprueba la radiactividad de la planta nuclear en una de las salas de control de un reactor de la central.
GTRES
Un grupo de trabajadores de la empresa TEPCO, propietaria de Fukushima, comprueba la radiactividad de la planta nuclear en una de las salas de control de un reactor de la central.

La radiactividad en las zonas de exclusión total y parcial junto a la central nuclear de Fukushima aún está muy por encima de los niveles exigidos por los organismos internacionales, según informó ayer Greenpeace España.

Según su análisis del proceso de descontaminación, las medidas que se emplean no consiguen el efecto deseado y además generan graves problemas adicionales.

Denuncian que, de cumplirse el plan del gobierno japonés, que prevé autorizar el regreso de los habitantes desplazados en algún momento de 2017, los que vuelvan pondrán en riesgo su salud.

"El proceso de descontaminación busca bajar las dosis de radiactividad hasta llegar a unos niveles de 0,23 microsieverts por hora", aclaró Raquel Montón, responsable de la campaña de Energía Nuclear de Greenpeace España y llegada hace unos pocos días de visitar la zona.

Este viernes se cumplen cinco años del accidente nuclear de Fukushima, el más grave desde Chernóbil. Y según la organización ecologista, la región afectada -al noroeste de la central eléctrica- todavía está muy lejos de poder volver a la normalidad.

"En Iitate vivían unas 6.000 familias y ahora no hay nadie", explicó la responsable de la organización ecologista.

En esta localidad, a unos 30 kilómetros de los reactores afectados por el accidente y dentro de la zona de exclusión parcial -se puede entrar de día, pero no quedarse a dormir-, solo se ven trabajadores a cargo de la descontaminación y algún habitante que acude a cuidar su vivienda.

Ayudas a evacuados

Los niveles de radiactividad que pretende alcanzar Japón en la zona, denunció Montón, duplicarían el límite máximo que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para ciudadanos de a pie, de un milisievert (mil microsieverts) al año, el equivalente a cien radiografías.

"Puede parecer que no es para tanto, pero nadie haría cien radiografías adicionales a nadie, y menos a niños y embarazadas", afirmó Montón.

Además, indicó, sus mediciones en la zona -obtenidas el pasado junio- indican que incluso las zonas descontaminadas rebasan con mucho las cifras previstas.

"Estos días, todavía, mirases donde mirases, te encontrabas con niveles mucho más altos", explicó. Ni una sola de sus muestras durante el último viaje -"esta vez tomadas de forma casual, no metódica como en junio", matizó-, se encontraba dentro del rango de 0,23 microsieverts por hora que el gobierno nipón asegura que logran con su proceso de descontaminación.

Según Greenpeace, Japón justifica que permitirá regresar a las zonas descontaminadas con niveles superiores al límite que establece OIEA bajo dos premisas.

La primera, que recomendará a los habitantes no pasar más de ocho horas al día fuera de casa, lo que reduciría a un tercio la exposición a la radiactividad -"un disparate en una zona agrícola", aclaró Montón-.

También, porque los niveles permitidos para trabajadores de centrales nucleares es veinte veces superior. En general, de hecho, este límite suele ser hasta 50 veces más alto que el previsto para la población general.

"El propósito del Gobierno japonés es llegar a estos niveles de radiactividad para suspender el plan de evacuación, que la gente pueda volver a sus casas y se les puedan retirar las ayudas", denunció Montón.

Uno de cada cinco evacuados quiere volver

Según una encuesta, solo una de cada cinco personas evacuadas tiene intención de volver al hogar que abandonaron en 2011. Además de ineficaz, señalaron desde Greenpeace, el método de descontaminación está generando problemas adicionales en la región.

Lo que hacen, explicó Montón, es sacar la tierra de alrededor de las cunetas y de un radio de veinte metros alrededor de las viviendas y almacenarla en grandes bolsas de un metro cúbico.

Después, habilitan zonas especiales sobre las que apilan los sacos de arena, que almacena la mayoría de elementos radiactivos depositados tras el accidente.

"Ya llevan más de nueve millones de sacos, pero la contaminación sigue ahí", indicó Montón. "Además, el material del que están fabricadas empieza a degradarse tras tres años".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento