Tres de los motores del Airbus congelaron su potencia y los pilotos no pudieron controlarlos

  • Los pilotos redujeron la potencia de los motores a modo de vuelo lento, pero cuando intentaron aumentarla de nuevo sólo respondió uno de los motores.
  • Así, la tripulación no pudo controlar el aparato, y éste se estrelló cerca de su base en Sevilla, provocando la muerte de cuatro trabajadores de Airbus.
  • Airbus D&S ha confirmado que no se han detectado más anomalías.
Imagen del Airubs A400M en pleno vuelo.
Imagen del Airubs A400M en pleno vuelo.
EFE/EPA/AIRBUS
Imagen del Airubs A400M en pleno vuelo.

Los motores 1, 2 y 3 del avión militar de Airbus A400M que se estrelló en Sevilla el pasado 9 de mayo experimentaron una congelación de la potencia nada más despegar y los pilotos no lograron controlarlo, tras lo cual tuvo lugar el accidente, en el que murieron cuatro trabajadores de la compañía.

Así lo ha informado Airbus Defence and Space a todos los operadores del A400M, basándose en las lecturas de las cajas negras del avión, tanto del DFDR (registrador de datos) y del CVR (registrador de voces) del avión y los análisis preliminares llevados a cabo por la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) con el asesoramiento de representantes del grupo aeronáutico europeo.

"Cuando los niveles de potencia se establecieron en "flight idle" (posición de marcha lenta de vuelo), en un intento de reducir la potencia, la potencia se redujo pero entonces permaneció en "flight idle" en los tres motores afectados durante el resto del vuelo, a pesar de los intentos de la tripulación de volver a ganar potencia", explica Airbus en su comunicado.

La investigación ha confirmado que los motores 1, 2 y 3 del avión experimentaron una congelación de la potencia nada más despegar del aeropuerto de Sevilla y no respondieron a los intentos de la tripulación de controlar los niveles de potencia de la manera habitual. Sólo el motor 4 respondió a las demandas de aceleración.

La compañía ha dejado claro que los análisis preliminares han mostrado que los restantes sistemas del avión se comportaron con normalidad y no se ha identificado ninguna otra anomalía durante el vuelo.

Airbus D&S ya alertó el pasado 19 de mayo a todos los operadores del A400M de la necesidad de realizar unas comprobaciones específicas en las unidades de control electrónicas (ECU) de cada uno de los motores de los aviones. Los países a los que ya les han sido entregadas unidades de este avión son Reino Unido, Turquía, Francia, Alemania y Malasia.

Según informaciones anteriores al comunicado de la revista Der Spiegel, la investigación ya apuntaba a que poco después del despegue del avión tres motores recibieron de los ordenadores órdenes contradictorias y se apagaron antes de que los pilotos tuvieran la posibilidad de reaccionar.

Los datos de los vuelos del A400M se monitorizan en cada prueba y de manera rutinaria se analizan. Una vez el avión está en el aire, si existe una incidencia en una de las unidades de control electrónicas de un motor y la tripulación opera sin ser consciente, puede producirse que el motor no regule la potencia según las órdenes del piloto. Esta incidencia, por tanto, no podría detectarse hasta que el avión esté en el aire.

La alerta detectada en las unidades de control electrónicas (ECU) podría estar relacionada con un fallo de software y también por la propia configuración de estas unidades, lo cual podría deberse a una cuestión de calidad de los componentes.

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