Extorsionados por ETA pagaron a la banda tras el alto el fuego de 2006 para evitar "líos"

  • Uno de los fundadores de la banda, Julen Madariaga, lo explicó tras su detención este año en Francia en una operación contra la red de extorsión.
  • La Audiencia ha retomado el juicio contra cinco de los siete acusados por su relación con una red acusada de actuar en torno al bar Faisán de Irún.
Uno de los considerados fundadores de ETA, Julen Madariaga, en una imagen de archivo de 2006.
Uno de los considerados fundadores de ETA, Julen Madariaga, en una imagen de archivo de 2006.
GTRES
Uno de los considerados fundadores de ETA, Julen Madariaga, en una imagen de archivo de 2006.

Algunos extorsionados por ETA llegaron a pagar a la banda terrorista el denominado "impuesto revolucionario" incluso tras anunciar en 2006 esta organización el alto el fuego y el cese de su actividad porque "no querían líos". Así lo manifestó uno de los considerados fundadores de ETA, Julen Madariaga, tras ser detenido ese año en Francia en la operación contra la red de extorsión de la banda y que ha sido leída hoy en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional española de cinco presuntos integrantes de la misma, acusados de actuar en torno al bar Faisán de Irún (Guipúzcoa).

La Audiencia ha reanudado el juicio de Ramón Sagarzazu Olazaguirre, Jean Pierre Haracorene Camio, Emilio Castillo González, José Carmelo Luquin e Ignacio Aristizábal, cinco de los siete acusados por su relación con esta red, ya que Jesús Iruretagoyena ha muerto y Alfonso Martínez de Lizarduy queda exento de la vista por su mal estado de salud y avanzada edad.

Los tres primeros se enfrentan a una petición provisional del fiscal de ocho años de cárcel por integración en grupo terrorista y los otros dos a seis años por colaboración con banda armada. Los acusados fueron procesados en 2008 por el entonces juez Baltasar Garzón como presuntos integrantes de una subestructura de ETA, llamada "Gezi" (Punta de flecha), liderada por el fallecido Joseba Elosúa, propietario del bar Faisán y que recibió un chivatazo policial en 2006 que frustró una operación policial contra la red de extorsión.

Los cinco acusados negaron en la primera jornada del juicio, el pasado día 2, relación alguna con la banda terrorista y que se dedicaran al cobro del denominado "impuesto revolucionario" entre 2005 y 2006. En la jornada de este lunes, se ha iniciado la prueba documental con las escuchas de las grabaciones de las conversaciones telefónicas a los acusados y la lectura de declaraciones, entre ellas la prestada por Julen Madariaga en Francia.

El dinero "quemaba en las manos"

En esa declaración, Madariaga manifestó que entregó en mayo de 2006 una cantidad importante a Elosúa y que lo había hecho porque un compañero suyo abogado le dijo que tenía unos amigos que habían recibido una carta de ETA y que "no querían líos". Madariaga añadió que el asunto se alargó, pero que su interlocutor le dijo que sus amigos querían pagar, a pesar de que en marzo de ese año ETA ya había anunciado el cese de su actividad, así como que ni siquiera contó el dinero, ya que le "quemaba en las manos" y se decía a sí mismo que "era por la paz".

También ha sido leída en la sesión la declaración que prestó ante la Policía española Elosúa, en la que confirmó que le visitó en el bar Faisán Madariaga y en la que cifró la cantidad de dinero en 36.000 euros.

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