Ana Botella ha recolocado al ex coordinador de Seguridad, Emilio García Grande, como asesor del grupo municipal del PP en el Consistorio después de que este hubiera dimitido por su imputación en el caso del 'pequeño Nicolás'. Su nuevo puesto está retribuido con 50.400 euros al año, según denuncia UPyD.

El programa Las Mañanas de Cuatro adelantó este martes que García Grande no ha tardado ni tres semanas en encontrar una ocupación. El pasado 26 de febrero presentó su dimisión "irrevocable" después de que el juez le llamase a declarar en calidad de imputado en la investigación contra Francisco Nicolás Gómez-Iglesias. El número dos en la estructura de Seguridad abandonó, según sus propias palabras, "para salvaguardar el honor de los cuerpos a los que representa". Dos semanas antes había asegurado a los partidos de la oposición que "jamás" había autorizado el uso de ningún bien municipal de forma irregular.

De acuerdo a la providencia del juez, García Grande habría facilitado a Nicolás información y coches oficiales, servicios por los que habría podido cobrar una suma de 5.000 euros en dinero negro, de acuerdo a un informe de Asuntos Internos. Por este motivo, le citaba para el 17 de abril.

Eso no ha impedido al PP recolocarle como asesor, un puesto con funciones variadas que incluye la realización de informes y notas, entre otras, para los concejales del grupo que encabeza la alcaldesa Ana Botella. UPyD advierte de que su nombre figura en la relación de puestos de trabajo (RTP) del Ayuntamiento desde hace, al menos, una semana, compartiendo lugar con otro conocido enchufado, Ángel Carromero.

David Ortega, portavoz de UPyD en el Consistorio, califica de "muy llamativo" que cuando faltan semanas para que se disuelva la Corporación Municipal, el PP rescate a García Grande "con un muy generoso sueldo que pagan todos los madrileños". Sin embargo, y como ya informó 20minutos, no es la primera vez que sucede: Javier Conde, excoordinador de Empleo y Víctor Iriberri, exdirector de Informática de Madridecfueron incorporados de la misma forma cuando Pedro Calvo dimitió por el caso Madrid Arena.

Miembros de la corporación municipal explican que García Grande "no es un cualquiera", sino un hombre de la total confianza de Enrique Núñez, concejal de Seguridad y Emergencias y portavoz del ejecutivo local. Núñez es, a su vez, la mano derecha de la alcaldesa, que le dio el puesto de segundo teniente de alcalde. "Fue vocal vecino y portavoz del PP en Chamartín (el distrito donde Nicolás entró en contacto con él) y alto cargo y concejal en Coslada. Cuando Enrique ganó poder en el Ayuntamiento de Madrid, metió a García Grande aquí", detallan las mismas fuentes.

Entre los 34 asesores del Grupo Municipal del PP figuran otras personas bien relacionadas como María Prado Bodas, esposa del concejal de Usera, Jesús Moreno; y Begoña López, hija de Juan José Lucas, actual vicepresidente del Senado, y sobrina de Fermín Lucas, director general de Ifema y mano derecha del exalcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano.

También están John Louis Medcalf, hijo de Elvira Rodríguez, presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y expresidenta de la Asamblea de Madrid; la hija del exresponsable del distrito de Barajas y hoy diputado en la Asamblea, Tomás Serrano;  o Adela Ruiz, exmujer de Antonio Beteta, exconsejero de la Comunidad de Madrid y hoy secretario de Estado de Administraciones Públicas.

Pablo Morillo Casals, exdiputado por el PP en la Asamblea de Madrid, recaló como asesor tras no renovar su escaño en la Cámara autonómica. Juan Carlos Jiménez Franco, exjefe de protocolo de Alberto Ruiz-Gallardón, encontró acomodo como asesor técnico, al igual que otro de los ex miembros del gabinete del alcalde, Jaime Fraile.

El PP suma un total de 162 asesores entre Ayuntamiento, juntas de distrito y otros órganos.