El presidente de la Generalitat, Artur Mas, desvelará este martes su hoja de ruta soberanista tras el proceso participativo del 9-N, justo el día en que finaliza el plazo de votación. Lo hará tras sondear los partidos favorables al derecho a decidir —incluido el PSC— sobre unas eventuales elecciones plebiscitarias y la posibilidad de concurrir en una lista conjunta. Anunció que su intención de presentar sus planes el 11 de noviembre, antes de la querella de la Fiscalía, de la que será ponente un magistrado conservador.

Mas presentará su propuesta después de constatar que no hay margen para acordar un referendo soberanista con el Gobierno, que tampoco tiene entre sus prioridades la reforma de la Constitución. Lo hará cuatro días antes de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visite Cataluña y explique que los populares son los "verdaderos" y "únicos" garantes de la unidad, el cumplimiento del Estado de Derecho y la recuperación económica, aunque para el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, lo que hace con Cataluña es una política de "formol", orientada a que "nada cambie" y con la que sólo consigue aumentar el número de independentistas.

Mas ha trabajado estos días en la redacción del discurso —en la que no participan dirigentes de Convergència— que pronunciará en el Auditorio del Forum de Barcelona a las 19.30 horas, en la que dará a conocer el camino que cree que Cataluña debe seguir, abierto a la negociación con otras fuerzas políticas. Sin embargo, ICV, ERC y la CUP no ven la conferencia como un acto institucional sino más bien como un acto de partido.

Fuentes de CiU consultadas por Efe no prevén que el martes haya un anuncio sobre la fecha de las elecciones catalanas, que Mas dijo que convocaría tras consultarlo con las otras fuerzas proconsulta, aunque remarcó que sólo adelantaría elecciones si los partidos se comprometían a convertirlas en un plebiscito por la independencia. En todo caso, si Mas adelanta las elecciones catalanas, éstas se deberían celebrar no más tarde de marzo de 2015, a no ser que las convocase junto con las municipales de mayo, una cuestión aún no descartada pero poco probable, según las fuentes consultadas.

Por el momento, no hay un acuerdo entre las dos principales fuerzas independentistas, CDC y ERC, para una candidatura conjunta ni tampoco para un punto de programa compartido en unas eventuales plebiscitarias, y en los próximos días sus respectivos líderes presentarán sus proyectos por separado. En este contexto, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) está pendiente de debatir si finalmente hará campaña a favor de una única candidatura soberanista.

Para el martes, el Ejecutivo catalán busca llenar el Auditorio del Fòrum —con una capacidad de unas 2.500 personas— con representantes de la sociedad civil, miembros de CiU y dirigentes de otros partidos para dar una imagen de apoyo social al presidente de la Generalitat tras el 9-N y la querella de la Fiscalía.

Acudirán la mayoría de dirigentes de CiU, menos el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, y otros diputados en el Congreso que estarán en la sesión plenaria, en Madrid. También acudirá una delegación de ERC, que podría encabezar Oriol Junqueras —planteará su hoja de ruta el 2 de diciembre—; el representante de ICV-EUiA en la Mesa del Parlament, David Companyon; y el presidente del PSC, Àngel Ros. Se ausentarán los representantes del resto de grupos del Parlament: PPC, Ciutadans y CUP.

Asimismo, está prevista la asistencia del coordinador del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, Joan Rigol, y la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, además de representantes empresariales, de entidades sociales y de intelectuales.

El título de la conferencia de Mas, Tiempo de decidir, tiempo de sumar, secunda la idea, ya avanzada en alguna ocasión por parte del presidente de la Generalitat de aglutinar personas, de diferentes partidos y de fuera de los mismos, con el objetivo común de someter la opción de la independencia a votación de los catalanes en una "consulta definitiva", a través de unas elecciones.

En CiU admiten que el reto es "gigantesco", pero, en apenas dos semanas, se han concentrado tres episodios que podrían reforzar a Artur Mas en su senda soberanista: la movilización ciudadana del 9-N, la reiterada negativa de Rajoy a negociar un referendo y la querella de la Fiscalía.

Este último suceso ha generado una ola de solidaridad y reforzamiento interno de CiU en la relación de la federación, justo cuando CDC y UDC discrepaban sobre la duración de la legislatura y las plebiscitarias. Y es que en el texto de la Fiscalía ya en manos de los jueces figura junto a Artur Mas y la consellera Irene Rigau (CDC), la vicepresidenta y dirigente de Unió, Joana Ortega, que fue la principal encargada de la organización del 9-N.

Según fuentes del Govern consultadas por Efe, Mas verbalizará su propuesta sobre cómo superar el esquema tradicional de partidos y lograr la unidad de las fuerzas soberanistas, que es lo que el president considera como "el eslabón más débil" del proceso soberanista.

Sí que estiman en CDC que el president haga un llamamiento a la unidad de las fuerzas soberanistas —en particular a ERC— para consensuar un formato de lista electoral que sirva para consultar a los catalanes sobre la independencia en unas elecciones autonómicas que los partidos convertirían en plebiscitarias. Mas apuesta por una "candidatura de país", que superaría las siglas del partido y que aglutinaría personas de diversas formaciones políticas y de otras entidades de la sociedad civil.

La portavoz de ERC, Anna Simó, ha indicado que su partido espera que la hoja de ruta de CiU aporte "claridad" y "concreción", con compromisos para recoger el sentido del voto del 9-N y avanzar hacia la independencia. Los republicanos, que enviarán "una delegación" aún por concretar al acto, piden elecciones anticipadas.

El secretario general de ICV, Josep Vendrell, ha afirmado este lunes que la conferencia de Mas es "más un acto como candidato electoral" o de partido que institucional, y ha advertido de que el derecho a decidir es "patrimonio" de todos y no solo de CDC, sino del conjunto de fuerzas políticas que han trabajado "desde la unidad" para que los catalanes se pronuncien sobre su futuro. De ahí que considera que "cualquier hoja de ruta" deba surgir de un acuerdo global entre los partidos proconsulta.

Ante un posible adelanto electoral, el dirigente ecosocialista ha reiterado que unas plebiscitarias no pueden "sustituir en ningún caso" a un referéndum o consulta vinculante porque, ha esgrimido, unos comicios no resuelven el actual "conflicto político" de Cataluña con España ya que los catalanes harán también "balance" de las políticas del Govern. Al igual que ICV —cuyo coordinador nacional, Joan Herrera, descarta una lista unitaria—, el PSC, por boca de su portavoz, Esther Niubó, ha pedido a Mas que haga propuestas en temas sociales, que por ejemplo sirvan para la lucha contra el paro.

Por su parte, la CUP, que no asistirá a la conferencia al considerarla una acto electoral, ha reclamado este martes a Mas elecciones inmediatas porque "el mandato está agotado desde el día 10", y le ha exigido que "no se apropie de los resultados ni del proceso", en palabras de la diputada Isabel Batet. Preguntada por una eventual lista conjunta entre CiU y ERC, ha dicho que no es positiva porque "hay sumas que restan". De hecho, un reciente sondeo sostiene que republicanos y convergentes obtendrían menos escaños juntos que por separado.

Por su parte, la líder del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha reclamado a Mas que "no invente una nueva ocurrencia" en su conferencia y "no se equivoque" convocando elecciones anticipadas, y le ha instado en este sentido a "rectificar su rumbo y empezar a gobernar". En cambio, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, cree que son la "única" salida al "desafío" soberanista y así "tener un gobierno democrático, con las manos limpias y para todos los catalanes".

En la misma línea, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, se ha mostrado convencida de que al presidenta catalán "sólo le queda que los ciudadanos le manden a su casa" cuando convoque elecciones, una vez que ha demostrado que "no sabe gobernar" y que "no piensa dimitir".