UPyD y Ciutadans, dos partidos a punto de romper el idilio que nunca existió

  • Todo apunta a que no habrá ningún tipo de acuerdo electoral entre UPyD y C's.
  • Las negociaciones comenzaron el 23 de septiembre y este jueves tendrá lugar un cuarto y último encuentro, al que asistirán Rosa Díez y Albert Rivera.
La líder de UPyD, Rosa Díez, y el de C's, Albert Rivera, durante una de sus reuniones para abordar posibles formas de colaboración.
La líder de UPyD, Rosa Díez, y el de C's, Albert Rivera, durante una de sus reuniones para abordar posibles formas de colaboración.
EFE
La líder de UPyD, Rosa Díez, y el de C's, Albert Rivera, durante una de sus reuniones para abordar posibles formas de colaboración.

Todo apunta a que no habrá ningún tipo de acuerdo electoral entre UPyD y Ciutadans y parece que este jueves, después de negociar durante dos meses, se cerrará el capítulo de un idilio muy buscado por el partido de Albert Rivera pero que en ningún momento llegó a entusiasmar al círculo de Rosa Díez.

Pero es que, además, a medida que han ido transcurriendo las negociaciones, que comenzaron el 23 de septiembre, UPyD ha ido constatando una serie de características que nos les gustan nada, como, por ejemplo, falta de transparencia interna, "contradicciones" ideológicas, promoción del transfuguismo o incumplimiento de sus normas sobre los imputados por corrupción, según fuentes del partido magenta.

Durante el proceso negociador, que tiene pinta de que se cerrará el jueves con un cuarto y último encuentro, al que además asistirán Díez y Rivera, UPyD también ha echado de menos que Ciutadans concretara cuáles eran sus objetivos de esta fusión tan deseada y si, en un principio, parecían abiertos a varias posibilidades después no querían acuerdos puntuales y sólo apostaban por un pacto global electoral de ámbito nacional.

En cambio, UPyD era partidaria de suscribir primero una alianza en Cataluña y luego, a la vista de cómo fuera funcionando la convivencia, seguir dando pasos hacia una posible integración.

Hay muchas cosas de estas negociaciones de las que lamentan haberse enterado por los medios de comunicación, pero ha sido definitivo que Ciutadans, sin aviso previo y sin justificación, las diera por concluidas con un tuit de Rivera del 11 de noviembre, en el que anunciaba la decisión de su partido de plantear "un acuerdo electoral para toda España" con UPyD.

Arranque con muy mal pie

Las negociaciones arrancaron ya con muy mal pie porque el partido de Rivera no atendió a ese primer gesto "de buena voluntad" que le pidió UPyD y, en contra de su criterio, se negó a hacer un frente común, dentro del grupo europeo ALDE, contra el nombramiento de Miguel Arias Cañete como comisario europeo.

Y, según han ido avanzando las conversaciones, UPyD ha ido viendo que no era el socio que deseaba y que había menos en común de lo que pensaban. Por si todas las diferencias que han tenido ocasión de comprobar no fueran suficientes, acusan a Rivera y a otros cargos de C's de lanzar mensajes negativos contra el partido y de intentar desacreditar a Díez tachándole de egocéntrica y autoritaria.

Una de las primeras cosas que echaron para atrás a UPyD es la estrategia de alianzas que tiene con partidos regionalistas y localistas para implantarse fuera de Cataluña y que defienden cuestiones identitarias, lo que choca frontalmente con los planteamientos de la fuerza magenta.

Además, opinan que este tipo de pactos puede dar lugar a situaciones ingobernables, pero lo que menos les ha gustado de esta cuestión es que no hayan rehusado informarles de estas "relaciones de colaboración" como las llama C's.

También critican al partido catalán que fomenten el transfuguismo de forma expresa y cuando se les pidió que aportaran el número de cargos públicos heredados de otros partidos -cuentan las mismas fuentes- se negaron a facilitar estos datos.

No creen tampoco que Ciutadans cumpla sus propios estatutos en lo que se refiere a la incompatibilidad de un imputado por corrupción a desempeñar cualquier cargo y ponen el ejemplo del exdiputado en el Parlament Jordi Cañas, imputado por un presunto fraude fiscal, que dejó su escaño, pero que, sin embargo, sigue siendo vocal del Comité Ejecutivo.

Suspenden en transparencia

A juicio de UPyD, suspenden igualmente en transparencia porque la publicación de sus cuentas es muy limitada y no es posible hacer ni un mínimo estudio de su situación financiera ni comprobar si tienen o no mecanismos electivos de control y fiscalización internos.

De la misma manera, no son accesibles sus gastos o ingresos electorales ni las nóminas de sus cargos públicos. Otro de los puntos negros que para UPyD ha salido en la negociación es que no aplican sistemáticamente un sistema de primarias y sólo han llevado a cabo nueve procesos de elección interna y de órganos territoriales frente a los 607 que han hecho ellos.

Con tantos "peros" y objeciones es más que probable que el jueves cada uno siga haciendo la guerra por su lado y se ponga fin a un viaje que de algún modo desencadenó Francisco Sosa Wagner, ya fuera del partido, y que, al final, todo indica que no llevará a ninguna parte.

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