Los 100 días del rey Felipe VI: ¿Es la "monarquía renovada" y moderna una realidad?

  • Este viernes se cumplen 100 días de reinado de Felipe VI.
  • En su proclamación, el monarca mostró su intención de renovar y modernizar la institución, así como de acercarla más a los ciudadanos.
  • Ha tomado algunas decisiones relacionadas con la Transparencia; su primer viaje, pegado a la tradición, fue al Vaticano; su agenda es muy intensa.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, con los reyes Felipe VI y Letizia en el Palacio Real de Rabat, donde han sido recibidos con honores militares.
El rey de Marruecos, Mohamed VI, con los reyes Felipe VI y Letizia en el Palacio Real de Rabat, donde han sido recibidos con honores militares.
EFE
El rey de Marruecos, Mohamed VI, con los reyes Felipe VI y Letizia en el Palacio Real de Rabat, donde han sido recibidos con honores militares.

"Una Monarquía renovada para un tiempo nuevo". Es el mantra que Felipe VI, que cumple este viernes 100 días de reinado —es rey desde las 00 horas del 19 de junio—, se propuso aplicar desde el día de su proclamación, en solitario y junto a la consorte reina Letizia.

Entonces habló de transparencia, de referencia moral, de modernidad y de renovación. Varias encuestas publicadas por medios de comunicación este verano —la última vez que el CIS preguntó por la monarquía fue en abril— apuntaban a una "mejora" en la imagen de la institución tras el relevo.

Después de su bautizo esta semana con los grandes líderes mundiales en Naciones Unidas, el monarca celebrará sus más de tres meses en el cargo en Pontevedra (Galicia), asistiendo al acto militar. Aunque la Casa del Rey prefiere no hacer balance de estos 100 días, fuentes de la institución admiten estar satisfechas de cómo se ha desarrollado el arranque del reinado.

¿Están siendo suficientes los gestos y las decisiones del monarca? ¿Es el cambio anunciado una realidad?

Una institución ¿renovada y moderna?

Felipe VI insistió varias veces en estas palabras en su proclamación, queriendo abanderar una modernidad que muchos echaban en falta cuando reinaba Juan Carlos I. Este deseo chocó solo diez días después con la tradición: a pesar de la ausencia de símbolos religiosos hasta ese momento, el primer viaje de los monarcas fue al Vaticano. La reina, además, hizo uso de su privilegio como reina católica y vistió de blanco, aunque no se puso mantilla.

La reorganización interna de Zarzuela, además, tampoco ha supuesto grandes novedades y ha optado más bien por la continuidad. De hecho, como ocurrió en la etapa del rey Juan Carlos —con excepción de la directora de Comunicación Asunción Valdés— no hay mujeres entre los altos cargos de la Casa.

En otros aspectos, no obstante, la Casa del Rey ha dado pequeños pasos. Las redes sociales están teniendo un papel importante en la nueva comunicación de la institución —desde la misma abdicación de Juan Carlos, que se comunicó a través Twitter—; el rey, además, ha dado un toque más actual y tecnológico al que fue el despacho de su padre.

Integridad, honestidad y Nóos

El caso Nóos y la imputación de Cristina de Borbón han hecho mucho daño a la imagen de la Corona. Con el objetivo de "preservar el prestigio" de la institución, el rey anunció a finales de julio una auditoría de las cuentas de la Casa en 2015 a cargo de la Intervención General de la Administración del Estado.

Además, dijo que seguiría cobrando su sueldo de Príncipe hasta final de año —146.375,50 euros, la mitad de dinero que su padre— y determinó que los miembros de la familia real —que ha cambiado— solo podrán desempeñar sus tareas institucionales de forma exclusiva: nada de actividades privadas. Habrá, además, un código de buen gobierno.

Las hermanas del rey ya no son familia real y no percibirán retribución alguna; solo podrán asistir a actos institucionales de manera excepcional, por los que no cobrarán. Su hasta ahora asesor y secretario, Carlos García Revenga, que llegó a estar imputado en el caso Nóos, dejará su puesto.

Una conducta más "transparente"

La proclamación del rey estuvo rodeada de polémica a pesar de su carácter sobrio. Finalmente, se supo que había costado a las Cortes Generales 132.036,58 euros, pero el monto total es una incógnita. El ministro del Interior se limitó a decir que los gastos en seguridad habían sido inferiores a los de otros eventos sin esa "trascendencia histórica".

Las últimas cuentas de la Casa del Rey se conocieron el pasado mes de febrero. No ha sido hasta esta semana, sin embargo, cuando hemos conocido de forma desglosada y por primera vez el patrimonio de sus altos cargos, que en total asciende a 22,29 millones de euros, según el BOE.

El Gobierno ya puntualizó que la inclusión de la Casa del Rey en la ley de Transparencia no sería plena, ya que no se trata de una Administración pública. Habrá que esperar a las cuentas de 2015 por si hay cambios en su detalle, al margen de la auditoría anunciada, que también se desconoce si se hará pública.

Cercanía con los ciudadanos

La campechanía del rey Juan Carlos ha recaído en Felipe VI con otros tintes. La voluntad de la Casa del Rey de acercarse a la sociedad se ha plasmado en los últimos meses con varios gestos.

El primer acto oficial de los reyes fue con asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo. El segundo, una recepción en el Palacio de El Pardo a 350 representantes de organizaciones, entre las que había colectivos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, de ayuda a discapacitados, desfavorecidos, víctimas de violencia machista y afectados por diversas enfermedades. Nunca antes la casa real había invitado a estos colectivos a ninguna audiencia o encuentro.

En verano, en Palma de Mallorca, los reyes ofrecieron una recepción en el Palacio Real de La Almudaina a las autoridades y a una representación de la sociedad de las islas Baleares; el rey, además, se dejó ver en la capilla ardiente del futbolista Alfredo di Stéfano.

Ya era frecuente, cuando eran Príncipes, ver a Felipe y Letizia acudiendo al cine o a un concierto y, a pesar de haberse convertido en reyes, no han dejado de hacerlo. De hecho, se han dejado fotografiar por ciudadanos prestándose incluso, en el caso de la reina, a hacerse selfies, una actitud que algunos consideran algo frívola. Hace algunas semanas trascendió que la reina había acudido al festival de música independiente DCode, uno de los más esperados de la capital, mientras que Felipe VI se ha dejado ver en acontecimientos deportivos.

Intensa agenda y pocas vacaciones

Los reyes ha asistido en estos 100 días a 40 actos oficiales en España, 20 del rey en solitario, 15 de los dos y cinco a cargo de la reina. Incluido su discurso de proclamación, el monarca ha pronunciado 16 alocuciones dentro y fuera de España, por tres de la reina.

Entre los dos han celebrado 37 audiencias, de las cuales 27 corresponden al jefe del Estado, seis a doña Letizia y otras cuatro a ambos. Han realizado cinco viajes: Estados Unidos, Vaticano, Portugal, Marruecos y Francia. La agenda, según fuentes de la Casa del Rey, se prepara semana a semana para buscar una "mayor apertura" de la institución. La reina está centrando sus actividades en causas sociales, humanitarias, etc.

Este ha sido uno de los veranos más cortos de la familia real. Los reyes Felipe y Letizia aterrizaron en Palma de Mallorca el 4 de agosto junto a sus hijas para estar un par de semanas, aproximadamente. Las otras dos semanas de agosto las pasaron trabajando en Madrid, aunque durante una de ellas no se dejaron ver y no se conoció su paradero.

"Entendimiento" con Cataluña

Durante su proclamación, el rey Felipe VI reafirmó su "fe en la unidad de España", pero dejó claro que "unidad que no es uniformidad" y reconoció la diversidad del país.

La Casa del Rey ha anunciado la segunda visita en pocos meses a Cataluña de Felipe VI —antes de fin de año— y su reunión con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en pleno debate soberanista. En la entrega en junio de los premios de la Fundación Príncipe de Girona, donde recibió algunos abucheos, habló de "respeto, entendimiento y convivencia".

El tema de las lenguas cooficiales es algo en lo que los reyes están incidiendo mucho. Si en aquella entrega de premios el rey llamó a "enorgullecerse del catalán", hace unos días, la reina inició un discurso en euskera en la entrega de las becas de la Asociación Española contra el Cáncer en San Sebastián.

Los reyes Juan Carlos y Sofía

Felipe VI siempre ha tenido siempre buenas palabras para sus padres, que sí siguen perteneciendo a la familia real. Durante su proclamación expresó "gratitud y respeto" para el rey Juan Carlos y recordó el "trabajo impecable" de la reina Sofía.

No obstante, para alejar cualquier duda de interferencias y por una cuestión de "sentido común", se ha trasladado el despacho del rey Juan Carlos al Palacio Real. Su secretaría, que dirige el diplomático Alfonso Sanz Portolés, continuará en Zarzuela, al igual que el despacho de la reina Sofía.

Relaciones Internacionales

El rey acaba de pasar por la sede de Naciones Unidas en Nueva York, apoyando así la candidatura española al Consejo de Seguridad y pronunciando un discurso, 28 años después de que lo hiciera su padre, que en otras ocasiones ha recaído en el presidente del Gobierno de turno. Su labor diplomática ha sido patente en las últimas semanas.

Cuando viajó a Marruecos, el rey Mohamed VI le comunicó en persona que había firmado y rubricado el acuerdo de pesca con la Unión Europea, un gesto que fue muy apreciado. Según publicaron algunos medios —no ha sido confirmado por el Gobierno—, el rey recibió este verano una llamada el rey Mohamed VI tras su incidente con la Guardia Civil.

Barba sí, barba no

Los cambios en la figura del rey también han pasado por lo físico, desde un afeitado apurado en sintonía con la proclamación solemne de junio hasta la barba veraniega con la que regresó de Palma Mallorca y que ha lucido en Naciones Unidas.

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