Paralizado el desahucio de un matrimonio de jubilados que se encuentran en situación de exclusión social

La movilización ciudadana, convocada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y Stop Desahucios, ha conseguido paralizar el desahucio de un matrimonio de jubilados, Francisco y Matilde, que iban a ser desalojados de su vivienda, ubicada en la avenida de Europa en la capital malagueña.

La movilización ciudadana, convocada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y Stop Desahucios, ha conseguido paralizar el desahucio de un matrimonio de jubilados, Francisco y Matilde, que iban a ser desalojados de su vivienda, ubicada en la avenida de Europa en la capital malagueña.

Francisco y Matilde, de 63 años, iban a ser desahuciados de su vivienda al no poder hacer frente al pago de la hipoteca, contraída con CajaSur. Después de varias horas de espera —vecinos y miembros de la PAH permanecían en la puerta del bloque desde las 08.00 horas— el alzamiento ha quedado suspendido sobre las 11.30 horas, hasta que el juez analice la documentación presentada, según ha informado a Europa Press una portavoz de la PAH.

El matrimonio había presentado, a través de su abogado de oficio, un recurso de aplazamiento en el que se alegaba, entre otros motivos, "cláusulas abusivas", y fundamentalmente "la situación de exclusión social de la familia".

Este recurso, sin embargo, no llegó a tiempo de parar la orden de desalojo prevista para la mañana de este jueves. Ahora, según la PAH, se espera que el desahucio se pueda paralizar en el juzgado al menos hasta mayo de 2015, siguiendo lo establecido en el código de buenas prácticas aprobado en 2013, ya que se trata de personas en "especial riesgo de exclusión social".

Además, según ha confirmado la Plataforma, la entidad ha accedido a abrir negociaciones con el matrimonio, que este mismo jueves ha presentado al banco una solicitud de alquiler social, que tendrá que ser estudiada.

Del mismo modo, se negociará el pago de la deuda contraída con la entidad, que alcanza unos 100.000 euros, y que viene arrastrada de la carpintería que regentaba Francisco y para la que tuvo que pedir un préstamo al banco en el que puso como aval su casa. El matrimonio vive con una pensión de unos 570 euros, "no se niegan a pagar, es que no tienen ese dinero".

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