'Tasa Google' en Europa: el caso de Alemania, Francia y Bélgica

El logotipo de Google en las oficinas de la compañía en Nueva York.
El logotipo de Google en las oficinas de la compañía en Nueva York.
Andrew Gombert/ EFE
El logotipo de Google en las oficinas de la compañía en Nueva York.

Uno de los puntos clave de la Ley Lasalle, como se conoce a la Ley de Propiedad Intelectual que el Congreso aprobó en octubre, es la compensación a los editores por el uso de sus contenidos en agregadores en Internet. Francia, Alemania o Bélgica ya pusieron en marcha propuestas similares para reclamar a sitios como Google News un canon por enlazar y utilizar fragmentos de contenidos.

En la mencionada ley española, esta tasa Google o aquí más comunmente conocida como canon AEDE está recogida en el artículo 32.2 que explica que los agregadores de contenidos de Internet, entre los que estarían incluidos desde Google News, hasta Menéame pasando por otras redes sociales, pueden incluir "fragmentos no significativos" de contenidos de otras webs o de publicaciones sin autorización, aunque añade que los generadores de esos contenidos, los editores, tendrán derecho a una "compensación equitativa" por ello. El derecho, dice el texto, es "irrenunciable" y de él se ocuparán las entidades de gestión de derechos de autor. La medida entrará en vigor el 1 de enero de 2015.

Al conocerse el contenido de la ley, Google ya anunció que consideraría cerrar ese servicio en España si la medida era finalmente aprobada, como finalmente ha confirmado este jueves.

La tasa también recibe el nombre de canon AEDE porque cuenta con el apoyo la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), a la que pertenecen algunos de los principales periódicos del país.

Numerosos editores, medios, agregadores, asociaciones de internautas y autores, por su parte, están en contra, entre ellos 20minutos. Según un estudio reciente de la consultora Analistas Financieros Internacionales (AFI) para la Coalición Pro Internet, la aplicación de la tasa Google o Canon Aede tendría un impacto de 1.133 millones de euros y provocaría la desaparición de los agregadores, o al menos de gran parte de ellos.

El caso alemán

La ley alemana de Propiedad Intelectual es una de las más restrictivas en Europa, también en lo que se refiere a los enlaces a contenidos de la Red. El gobierno de Merkel aprobó el año pasado una ley que obliga a los buscadores de internet como Google o Yahoo! a adquirir licencias de los editores de prensa germanos para difundir sus contenidos informativos y que solo permite citas breves sin necesidad de licencia.

La norma, en cualquier caso, solo afectaba a las grandes empresas y permitía a particulares, blogueros y asociaciones enlazar y mostrar contenidos sin tener que pagar.

Los pequeños agregadores de noticias tuvieron que cambiar sus prácticas para cumplir con la ley alemana, pero en esta ocasión Google News, una importante fuente de tráfico para las webs alemanas, se libró de pagar el canon porque la mayoría de los grupos editoriales le autorizaron para seguir usando sus contenidos de forma gratuita.

Alemania seguía así el camino abierto por Francia, que también tiene una tasa para los buscadores de internet y que penaliza la piratería en ese medio con una de las leyes más restrictivas de Europa.

El modelo de Francia

El conflicto entre la prensa francesa y el buscador Google terminó a principios de 2013 con un acuerdo entre los medios galos y el buscador, que se encontraba en una situación complicada por los miles de millones de euros anuales que obtiene en Francia gracias a la publicidad. Google desembolsó 60 millones de euros para crear un fondo que financia proyectos de desarrollo web que ayudan a los medios franceses a fomentar la innovación y a realizar la transición digital.

Google esquivó así la imposición de una tasa por enlazar a la prensa francesa, una fórmula que habría perjudicado de una forma mucho más severa su negocio en el país, aunque se vio en la obligación de ceder y prestar ayuda al sector de los medios.

Un largo conflicto en Bélgica

En Bélgica, el conflicto se resolvió de una forma mucho más brusca. Un tribunal de Bruselas prohibió en 2011 que Google difundiera textos y fotografías de diarios belgas como Le Soir, La Libre Belgique o La Derniere Heure sin el consentimiento previo de estos. A finales de 2012, el buscador y los medios belgas hicieron las paces tras seis años de conflicto y los periódicos volvieron a Google News. Google no paga a la prensa belga por enlazar sus contenidos, pero ha firmado con ella diferentes acuerdos de colaboración ayudándola a aprovechar mejor sus servicios.

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