Unas 5.000 personas, según la asamblea de vecinos, se manifestaron en la tarde de este lunes para pedir de nuevo la paralización de un bulevar en el barrio burgalés de Gamonal, sin que durante la concentración se registrasen incidentes y con el propósito de seguir con las movilizaciones. Este martes por la mañana un grupo ha vuelto a concentrarse en la zona para impedir que entren las máquinas y el personal de las empresas constructoras y evitar así que se reinicien las obras.

Tras la protesta vecinal de este lunes se repitieron los incidentes que en las últimas noches se saldaron con 40 detenidos y varios heridos. Policías antidisturbios y manifestantes protagonizaron carreras por la zona, después de que algunos de los participantes en la protesta arrojaran piedras contra los agentes de Policía y contra miembros del Cuerpo de Bomberos de Burgos, que acudieron al lugar para apagar varios incendios en la calzada, según explicaron testigos presenciales.

Algunos de los asistentes a la manifestación quemaron una caseta de obras de la empresa adjudicataria de los trabajos de construcción del aparcamiento subterráneo que forma parte del bulevar que se proyecta y varios contenedores. Además, cruzaron vallas de obras en la calzada y volvieron a golpear las lunas, ya rotas en días anteriores, de varias sucursales y entidades bancarias situadas en ese tramo de la calle Vitoria.

Por el momento, se desconoce si hubo arrestados o heridos como en días pasados, en que resultaron lesionados miembros del Cuerpo Nacional de Policía, de la Policía Local, un bombero y manifestantes.

Los vecinos rechazan la conversión en bulevar de un tramo de unos 800 metros de la calle Vitoria en la capital burgalesa, una de las arterias principales de Burgos, que une el barrio de Gamonal con el centro de la ciudad, en lo que antes era parte de la carretera N-I y hoy es un tramo urbano.

Frente a un dispositivo policial reforzado en las últimas horas, los manifestantes profirieron gritos contra el bulevar y reclamaron la liberación de los detenidos que todavía siguen a disposición judicial a raíz de los altercados de los últimos cuatro días.

De los cuarenta arrestados, dieciséis fueron puestos en libertad provisional este domingo y otros cinco este lunes, según ha informado el gabinete de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Otros siete siguen aún detenidos a la espera de que la titular de el Juzgado de Instrucción número 3, que se ocupa del asunto, tome una decisión.

A ellos se suman otros once, que son menores de edad, que por lo tanto han pasado a disposición de la Fiscalía y de los que no se ha facilitado datos.

Tras una asamblea de estudiantes, que ha dejado abierta la posibilidad de convocar huelga en los centros educativos del barrio, y otra asamblea general en la que se ha acordado continuar cortando permanentemente el acceso a maquinaria y trabajadores al lugar de las obras, los manifestantes marcharon desde el citado barrio hasta la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.

Fuentes del Ayuntamiento han insistido en su voluntad de seguir adelante con el proyecto y han mantenido una reunión con varios colectivos de la zona en la que no se ha producido ningún avance para la resolución del conflicto.

Los gritos durante toda la jornada de protesta se centraron en "Gamonal no quiere bulevar" y en peticiones de dimisión del alcalde, al que los participantes acusan de haberse cerrado al diálogo y actuar en contra de la voluntad mayoritaria de los vecinos. El regidor, Javier Lacalle (PP), explicó en rueda de prensa que los incidentes de los últimos días "no representan a Burgos ni a los burgaleses" y reiteró su intención de continuar adelante con las obras por que "la presión violenta de unos pocos no pude doblegar la voluntad democrática".

La protesta vecinal se debe a la supresión de plazas de aparcamiento gratuito, que se pretenden sustituir con 250 plazas subterráneas de pago, y a la crítica a la inversión de ocho millones de euros en una obra que consideran innecesaria.