El Senado aprueba la Ley de Transparencia con los votos del PP, CiU y PNV

  • IU, ICV, ERC y Amaiur han vetado la norma al considerar que marca demasiados límites y excepciones y que debería ser una ley orgánica.
  • El PP ha tumbado todos los vetos.
  • El PSOE y el PSC han optado por la abstención.
  • El debate ha estado marcado por un rifirrafe entre dos parlamentarios en medio de un discurso de un senador socialista sobre Franco.
Imagen de archivo del interior del senado.
Imagen de archivo del interior del senado.
EUROPA PRESS
Imagen de archivo del interior del senado.

El pleno del Senado ha aprobado este miércoles la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno con el mismo apoyo con el que llegó del Congreso: el del PP, CiU, PNV y parte del grupo mixto, ya que los socialistas han mantenido su voto en contra por considerarla insuficiente.

La Ley de Transparencia ha salido adelante con 171 votos a favor (PP, CiU, PNV, Coalición Canaria, UPN y Foro) y 72 en contra (PSOE, Entesa, IU, ERC, Amaiur, ERC y EA) y está considerada como una de las leyes más importantes de esta legislatura. La intención del PSOE al inicio de su tramitación era pactarla con el Gobierno, el 'caso Bárcenas' le llevó a cambiar de posición.

La senadora del PP Elena Nevado ha sostenido que "no hay una sola razón" que justifique el voto de los socialistas; ha lamentado su "cobardía" y su "error" y les ha reprochado que den la "sensación de que hay algo o mucho que esconder, porque eso no es bueno para nadie". "Se quedan fuera ustedes solos", les ha dicho y ha pronosticado que con esta ley pasará lo mismo que con el voto femenino: "La izquierda votará en contra y en unos años volverá a las Cortes y pedirá un aplauso cuando se celebre su aniversario".

El senador del PSOE Francesc Antich ha explicado que su grupo está "totalmente de acuerdo con que se aplique lo que hay en la ley", pero que no puede votar a favor porque no es "su ley", ya que la suya recogería más obligaciones de publicidad activa sobre contratos, campañas de publicidad, urbanismo y cargos públicos.

Antich ha señalado otras carencias del texto, como la aplicación del principio de independencia en el órgano que velará por su cumplimiento y el de rendición de cuentas en el buen gobierno. "Más vale esta ley a que no haya ley", ha resumido, y por eso el grupo socialista se ha abstenido en las propuestas de veto de IU, ICV, ERC y Amaiur, pero ha votado con ellos en contra del proyecto de ley.

Rechazo a los vetos

El pleno del Senado ha rechazado las propuestas de veto de IU, ICV, ERC y Amaiur al proyecto, tras un debate marcado por las referencias a los dos años de gobierno de Rajoy y por un rifirrafe entre un senador del PP y otro del PSOE. Las cuatro propuestas de veto han sido rechazadas con los votos del PP, CIU y PNV, mientras que el PSOE y el PSC se han abstenido.

La ponente del PP Rosa Vindel ha defendido la ley con entusiasmo y ha afirmado que la transparencia "no es un lema, sino un principio democrático de última generación y la respuesta del sistema en un momento de crisis".

Las propuestas de veto señalaban que ésta debería ser una ley orgánica, sobre todo por las contracciones que planteará con la ley de protección de datos; en que el acceso la información no debería tener más limites que los que marca la Constitución; en que debería eliminarse el silencio negativo de la Administración y en que el órgano de supervisión debería estar desvinculado del Gobierno.

El andaluz José Manuel Mariscal, de IU, ha defendido que el texto habría que devolverlo al Congreso y ha criticado que la norma prevea instituciones de "primera división", como la Casa del Rey, y se ha mostrado convencido de que con transparencia se acabarían los "cotilleos" que le afectan, del tipo de "con quién se ve y para qué el jefe del Estado, con quién se reúne, con qué objetivo y qué saca a cambio", o de que "huele mal" el trato a la infanta Cristina en el caso Nóos.

Para Jordi Guillot, de ICV, esta ley supone una respuesta "tardía", "corta" y "limitada" a la crisis política española, por lo que ha abogado por leyes más "exigentes" y por un cambio en la cultura de los partidos. La senadora de ERC Ester Capella i Farré ha dicho que la ley marca tantos límites y excepciones que es una "ley de opacidad, no de transparencia", mientras que Alberto Unamunzaga. de Amaiur, la ha comparado con un "cartel vacío de contenido", aunque ambos han admitido que el texto ha mejorado durante su tramitación en esta Cámara.

A favor de la ley ha intervenido el senador Jokin Bildarratz, del PNV, que ha apostado por la capacidad de esta norma para "disuadir" a los políticos de ser opacos y, aunque ha reconocido que tiene "lagunas", ha subrayado los elementos positivos y ha confiado en que, cuando esté aprobada, tenga "suficiente flexibilidad para ir mejorando".

En nombre de CiU, María Rieradevall ha dicho que se trata de un texto "francamente mejorable" y ha recordado reivindicaciones de su grupo que no han sido atendidas, como la publicación de las balanzas fiscales y la creación de un registro de lobbies, pero ha votado en contra de los vetos con el argumento de que "merece la pena seguir" con el proyecto.

A las 20 enmiendas del PSOE que se incorporaron en el Congreso se han sumado cuatro en el Senado, una de las cuales permitirá que los ciudadanos puedan dirigirse a las administraciones para pedir información en cualquiera de las lenguas cooficiales.
Tras dos meses en el Senado, la Ley de Transparencia vuelve ahora al Congreso, donde está previsto que se apruebe definitivamente antes de Navidad.

Rifirrafe por el 20-N

Este enfrentamiento se ha producido cuando el senador del PP Dámaso López ha acusado desde su escaño al socialista Antonio Rodríguez Esquerdo, que estaba en ese momento en la tribuna de oradores, de haber bebido: "Tú bebes", le ha repetido por dos veces al tiempo que hacía con la mano el gesto típico alusivo.

Esquerdo, que en ese momento reflexionaba sobre las "falsedades" y "mentiras" pronunciadas por Rajoy el 20 de noviembre de 2011 y también sobre el 38 aniversario de la muerte de Franco, le ha pedido indignado que retirara el gesto y que no renegase de su pasado, lo que ha desembocado en cruce de reproches que ha continuado en el pasillo de la Cámara.

Entre llamadas al silencio y a mantener la compostura, el presidente Pío García-Escudero ha animado al senador 'popular' a pedir disculpas por si se habían "interpretado mal" sus palabras: "No quise decir eso", ha asegurado éste, lo que el aludido ha tachado de "cobarde" en declaraciones fuera del hemiciclo.

Al subir a la tribuna, el senador socialista Rodríguez Esquerdo ha comenzado su intervención pidiendo a los parlamentarios del PP que no se "crispen" cuando se les habla del dictador Francisco Franco, un tema que había abordado él mismo en otro debate parlamentario sobre la futura Ley de Colegios y Servicios Profesionales.

"No renieguen del pasado ni abjuren del pasado, llevenlo con dignidad", ha pedido a los ocupantes de la bancada 'popular', provocando sonoras protestas. Ha sido entonces cuando el senador popular ha hecho el gesto que ha ofendido a Rodríguez Esquerdo.

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