Una decena de activistas de Greenpeace han reclamado, con una acción en la Sagrada Familia de Barcelona, la liberación de la tripulación del rompehielos de la organización ecologista Artic Sunrise, cuyos integrantes fueron detenidos cuando intentaban encadenarse a una plataforma petrolífera de Gazprom, situada en el mar de Pechora.

Hacia las 9.30 horas de este viernes por la mañana, varios miembros de la ONG se han descolgado por la fachada del Nacimiento y han colgado los fotografía de los 28 activistas, un cámara y una periodista de Greenpeace detenidos, así como una pancarta en la que se puede leer "Libertad" en catalán, castellano e inglés.

Varias dotaciones de los Bomberos de Barcelona y numerosas patrullas de la policía se han desplazado hasta la zona, la han acordonado y han preparado plataformas hinchables para garantizar la seguridad de los activistas en caso de accidente. Sobre las 11 de la mañana, algunos activistas han vuelto a entrar en la basílica, que se ha visto obligada a cerrar el acceso al templo por la citada fachada, y algunos de ellos han sido retenidos por el personal de seguridad.

Un portavoz de la organización ecologista, Luis Ferreirim, ha explicado a 20minutos que han elegido el templo de Antoni Gaudí porque es un monumento conocido internacionalmente y quieren que su mensaje llegue al máximo de gente posible. Hace unos días, activistas franceses realizaron una acción similar en la Torre Eiffel de París.

Precisamente, este sábado finaliza en el Arco de Triunfo de la capital catalana la campaña Ponte en su piel para reclamar la liberación de los activistas, quienes "llevan 51 días encarcelados en Siberia y pueden enfrentarse a penas de entre siete y quince años (por piratería y vandalismo) cuando el único delito que cometieron fue demostrar pacíficamente los peligros de la explotación petrolífera en el Ártico", explica Ferreirim. 

Durante dos semanas, Greenpeace ha visitado varias ciudades con una celda como en la que son encerrados para declarar ante el juez y en la que pueden entrar famosos y gente corriente y ponerse en la piel de los detenidos.

"Hasta ahora, dos millones de personas de todo el mundo han escrito a las embajadas de Rusia de sus países para reclamar su liberación", afirma el portavoz de la organización, quien agrega que cuentan con el apoyo de doce premios Nobel de la Paz, de los presidentes de Brasil, Reino Unido y Alemania, así como de la Unión Europea.