José María Aznar ha inaugurado este lunes junto a María Dolores de Cospedal el campus de verano de FAES, pero, a diferencia de ediciones anteriores, no ha realizado intervención alguna y se ha limitado a presentarla.

En años anteriores, Aznar sí tuvo intervenciones en la inauguración del campus FAES, en las que criticó, por ejemplo, al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero o defendió al Ejecutivo de Mariano Rajoy.

El año pasado subrayó que en ese momento no había "mejor manera de servir a España que ayudar al Gobierno, sin reserva alguna, a llevar adelante la inmensa tarea que tiene encomendada". En la inauguración de la edición de 2011, meses antes de la victoria del PP en las elecciones generales, apostó por un amplio triunfo de su partido en esos comicios para despedir a los "aventureros" y poner fin a la "burbuja socialista".

Era la primera vez que Aznar y Cospedal participaban de forma conjunta en un acto público desde las declaraciones del exjefe del Gobierno en las que defendió que el Gobierno cumpla el programa del PP y adopte decisiones que considera necesarias, como la bajada de impuestos.

El expresidente del Gobierno ha tomado la palabra para recordar los tres cursos que se van a celebrar y para expresar su "satisfacción, alegría y honor" por la presencia de Cospedal. "Sabemos los compromisos importantes que tiene esta mañana y, por tanto, valoramos mucho el esfuerzo que ha hecho para estar con nosotros un año más", ha señalado en referencia a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional que se celebra este lunes en Madrid presidido por Mariano Rajoy.

Ha añadido que todo el mundo estaba deseando escuchar a la presidenta de Castilla-La Mancha y ha recalcado que "es la que tiene que hablar".

El expresidente del Gobierno no ha hablado en el campus, pero sí ha emitido un comunicado que desmiente lo publicado por el diario El País y asegura que Moncloa nunca ha pagado ninguno de sus viajes desde que dejó la Presidencia del Gobierno.

Segun el diario el Gobierno del PSOE habría pagado a Francisco Correa más de 544.000 euros por viajes de Aznar. El exjefe de Gobierno explica que de lo que si se hace cargo la Presidencia del Gobierno es de los gastos del dispositivo de seguridad.  "Presidencia del Gobierno paga los viajes del equipo de seguridad del expresidente Aznar en los mismos términos y condiciones que a los demás expresidentes", afirma el comunicado, en el que se señala que esos gastos son autorizados y fiscalizados por Presidencia.

Además, Aznar recuerda que ese dispositivo de seguridad de los expresidentes es decidido en cada caso por la Jefatura de Seguridad de Presidencia del Gobierno.

Tras la breve introducción de Aznar, la secretaria general del PP ha hecho una cerrada defensa de los partidos políticos porque ha dicho que son los que los que protegen de la tiranía y el populismo, pero ha apelado a actuar con ejemplaridad y "cercenar la corrupción allá donde brote".

Cospedal ha asegurado que las reformas que está poniendo en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy son lo que España necesita y ha dedicado gran parte de su intervención a destacar la relevancia de los partidos y de la política.

Ha defendido también "una política al servicio de la libertad, que ha de velar por la calidad de las instituciones democráticas, con mecanismos capaces de cercenar la corrupción allá donde brote, que tiene que garantizar la cohesión social, tiene que dar alas a la sociedad civil y potenciar las capacidades individuales".

No ha hecho mención explícita a la situación del extesorero del PP Luis Bárcenas y ha subrayado que es a los integrantes de los partidos, y particularmente a los del PP, a los que les corresponde recuperar la esencia de la grandeza de la política.

Cospedal se ha referido al "naufragio" del marxismo y ha considerado que eso ha provocado en la izquierda "una frustración y un vacío emocional".

Pero ha señalado que esta opción política no puede seguir enfrascada en disputas retóricas o dudas existenciales que parecen reflejar el deseo de estar alejada del poder.

Para ella, la izquierda no puede confundir a la ciudadanía haciéndoles creer que determinados valores sólo se pueden defender desde unos bastiones ideológicos concretos, ni engañarla asegurando que sólo se puede ser solidario si se incurre en déficit excesivo o que la única política posible para la solidaridad es "la del gasto desenfrenado".