Las autoridades francesas, en colaboración con la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, han detenido en Francia a Jokin Aranalde, elegido este mes como uno de los interlocutores del colectivo de huidos de ETA, según han informado fuentes de la lucha antiterrorista. Las autoridades francesas también han arrestado a Beñat Atorrasagasti.

Las mismas fuentes han asegurado que la detención de Aranalde se ha producido en la localidad de Helette, mientras que la de Atorrasagasti ha tenido lugar en Urrugne. Ambas se han producido en virtud de órdenes de detención europeas.

Atorrasagasti fue puesto en libertad provisional el 25 de febrero por el Tribunal Correccional de París, a quien fue entregado a finales de enero por la justicia británica tras haber sido arrestado en Edimburgo en 2012.

Reclamado por un presunto delito de integración en la organización terrorista, Aranalde por su parte acudió el pasado sábado al acto organizado en Biarritz (Francia) por los huidos de la banda terrorista. Si bien no desempeñó un papel protagonista durante la hora y media que duró el acto, si apareció al final del mismo en un momento en el que varias decenas de fugados subieron al escenario mientras se cantaba una canción en euskera a modo de cierre.

Jokin Aranalde Olaondo, escondido desde hace años en Francia, había sido uno de los elegidos para ejercer como interlocutor de los huidos de ETA en una rueda de prensa celebrada unos días antes en Bayona. También estuvo presente en esa convocatoria desempeñando, entonces sí, un papel destacado y visible junto a otros compañeros.

Esa aparición sirvió para que varios medios de comunicación recordasen su causa pendiente con la Justicia y las víctimas exigieron su detención. Pese a ello, Aranalde reapareció en el acto de Biarritz. El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, aseguró que, "como no podía ser de otra manera", habría reacción de las fuerzas de seguridad a la presencia de etarras con órdenes de detención en actos como el celebrado en Francia.

La mayoría de huidos de ETA ya no tienen causas pendientes con la Justicia principalmente porque han prescrito. No sería el caso de Aranalde. Fue detenido el 30 de marzo de 2002 en Tolosa en el marco de una operación contra Batasuna. El magistrado Baltasar Garzón le dejó en libertad bajo 12.000 euros de fianza en abril y con la medida cautelar de presentarse periódicamente en el juzgado. Aranalde cumplió durante dos años y cinco meses y se encontraba en paradero desconocido desde septiembre de 2004.

Según el artículo 131 del Código Penal, si el delito lleva aparejada una pena de 10 a 15 años, como es el caso de integración en banda terrorista (entre 6 y 14), el plazo de prescripción son 15 años. Si la pena del delito imputado es inferior a diez, el plazo de prescripción se fija en diez años. Por este motivo, Aranalde podría ser aún detenido, al menos hasta septiembre.

Aranalde es el padre de Maite Aranalde Ijurco, quien también aprovechó un error burocrático de la Justicia francesa para escapar en 2009. Fue detenida un año después junto al jefe militar de la banda, Mikel Carrera, Ata. Otro de sus hijos, Ibon, fue condenado a dos años por violencia callejera.