PP y PSOE, de la mano en medio de su propia crisis: divisiones internas, pérdida de votantes...

Rubalcaba y Rajoy
Rubalcaba y Rajoy
Rubalcaba y Rajoy

Sangría incesante de votantes y ruido de sables de fondo. Los dos principales partidos políticos nacionales, PP y PSOE, van de la mano –aunque eternamente peleados– hacia un posible final político a la italiana: drástica disminución de su cómodo colchón electoral y luchas cainitas por el poder, o por sus restos.

Del otro lado, esperando recoger los frutos de la caída de los gigantes, están los partidos hasta ahora precavidamente en la sombra. Formaciones que, como IU o UPyD, viven días felices, entre sondeos cada vez más favorables y una paz interna que actúa a modo de bálsamo tras años de divisiones ideológicas, disputas entre las diversas 'familias políticas' y escisiones.

El bipartidismo en España está en caída libre. Cada nueva encuesta sobre intención de voto comporta un nuevo revés tanto para el PP –principalmente– como para el PSOE. Juntos, y según el último barómetro del CIS, de abril de este año, los dos partidos lograrían una estimación de voto del 62% (alrededor de 11 puntos menos que en las elecciones de 2011).

'Versos sueltos' en el PP, lucha por el poder en el PSOE

Este desplome en los sondeos coincide en el tiempo con varias 'tormentas perfectas' en forma de desmentidos, voces discordantes y peleas a cara de perro por el poder, que agravan si cabe aún más la situación interna de ambas formaciones; un proceso de retroalimentación –nefastas previsiones económicas, disputas, más previsiones negativas...– que parece no tener fin.

En el PP, algunos de sus 'versos sueltos' llevan tiempo enviando estrofas envenenadas al presidente Mariano Rajoy. Este lunes, el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, que ya dio la batalla con la supresión de la paga extra a los funcionarios, ha anunciado que bajará los impuestos en su comunidad. Asimismo, Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, ha vuelto a defender recientemente que se recorte más el sector público, "como decía el programa del PP", en una calculada referencia a lo que no viene haciendo el Ejecutivo de Rajoy desde que gobierna.

Además, y en uno de los asuntos que más debates suscita, el de la ley del aborto, el partido se ha desmarcado de eliminar el supuesto de malformación. Felipe Hernando, portavoz adjunto en el Congreso, ha asegurado que la idea de eliminar este punto en la nueva ley era una "reflexión personal" del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, no una posición oficial de partido.

Los problemas del PSOE, que sigue sin ofrecer signos de recuperación tras su descalabro en los comicios generales, están más relacionados con el poder y el liderazgo que con desavenencias puntuales, aunque las ha habido, y muy fuertes, como el desafío del PsG con su proceso de primarias o el órdago del PSC tras votar a favor de una consulta soberanista en Cataluña.

Con un secretario general –Alfredo Pérez Rubalcaba– en horas bajas, las diversas facciones se han comenzado a mover para buscar un sustituto acorde a la titánica tarea –casi cercana a la refundación– que debe afrontar el partido. Eduardo Madina y Carme Chacón, sin descartar a jóvenes de base como la 'conciencia socialista' de estos últimos meses, Beatriz Talegón, son los nombres que más suenan de cara a unas primarias, sobre las que algún 'barón' regional ya se ha pronunciado.

IU y UPyD: un horizonte despejado

Tanto IU como UPyD son dos de los partidos que más beneficiados salen de la crisis de representabilidad de las formaciones históricas que se han repartido el poder desde la Transición. IU, según los últimos datos del CIS, tiene una estimación del voto de un 9,9% (3 puntos más que en las generales); por su parte, la formación liderada por Rosa Díezque aunque suspende, es la política mejor valorada por los españoles– llega al 7,4% de estimación (casi 2,5 puntos más que en 2011).

IU, que es una federación de partidos, lo que implica corrientes políticas muy divergentes, ha superado ya su particular 'travesía del desierto', cuando la formación apenas tuvo relevancia en el arco parlamentario. Su líder, Cayo Lara, reelegido por unanimidad a finales de 2012, ha conseguido atajar los conflictos internos que sufría la coalición. Si bien, el proceso no ha estado libre de amagos de rebeldía, como sucedió en Andalucía, cuando el alcalde de Marinaleda y sindicalista, Juan Manuel Sánchez Gordillo, se opuso a votar a favor de formar gobierno con el PSOE, o en Extremadura, donde en 2011 la abstención del grupo de IU dio el poder al PP.

UPyD, que en casi siete años de existencia ha logrado situarse en las encuestas como cuarta fuerza política, también atraviesa un periodo feliz, salvo por las puntuales reacciones negativas que suscitan los comentarios de su diputado Toni Cantó. Atrás quedan ya los primeros años de vida del partido, años de indefinición ideológica, escisiones regionales y abandono del partido de alguno de sus fundadores, como Mikel Buesa, descontentos con la deriva "autoritaria" impuesta por Rosa Díez.

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