El presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, descartó que vaya a admitir contratos de "última hora" suscritos por autoridades del gobierno saliente.

"A esa gente que quiere hacer negocio con el dinero del Estado a última hora, le aplicaremos el peso de la Ley y no se reconocerán los contratos", aseguró Correa en declaraciones que publica la versión digital del diario El Telégrafo, de Guayaquil.

Según Correa, los contratos firmados "a última hora" no serán reconocidos, y advirtió de que fiscalizará a las instituciones públicas para comprobar que no se hayan aprobado ese tipo de convenios.

Correa, que ganó la Presidencia en las urnas el pasado 26 de noviembre, asumirá el poder el próximo 15 de enero, de manos del mandatario saliente, Alfredo Palacio.

Además, el presidente electo expresó su decisión de reformar la estructura de ciertos ministerios, para que la gestión pública sea "más razonable".

En concreto, indicó que las funciones comerciales y de integración del Ministerio de Comercio deben fusionarse a las que despliega la cartera de Relaciones Exteriores, según Correa, para "abrir mercado a nivel internacional en materia de exportación".

Correa aseguró que "Ecuador debe convertirse en un país vendedor, entre otras cosas, para mantener la dolarización" de la economía, adoptada en 2000, de la cual ha sido un acérrimo crítico, aunque ha prometido mantener ese esquema monetario durante los cuatro años de su mandato.

Este economista de izquierdas ganó en segunda vuelta las elecciones presidenciales en Ecuador realizadas el pasado 26 de diciembre.