"Un mensaje que queremos que llegue sobre todo a los más jóvenes para que se alejen de la desesperanza" afirmó, animándoles a sumarse "con ilusión" a esa "gran aventura" que es "la vida en paz, plenitud y responsabilidad".

La trayectoria de los Premios Príncipe de Asturias durante estas más de dos décadas y media ha sido posible gracias al "marco de libertad y estabilidad" que "garantiza la Constitución" y "aúnan en la historia de su éxito las mismas virtudes que han guiado la vida de los españoles durante los últimos años: determinación y prudencia, firmes convicciones, fe y confianza en un proyecto común", destacó el Príncipe.

Don Felipe apostó por mirar "hacia delante, hacia el futuro, y creer en lo que se está haciendo".

"La Princesa y yo vivimos felices al pensar que transmitiremos a nuestros hijos todo ese inmenso caudal de emociones y enseñanzas, todo este emotivo patrimonio de imborrables recuerdos", proclamó el Heredero de la Corona.

"Queremos que así crezcan en sus corazones la esperanza, el anhelo de un mundo más justo, la búsqueda incansable y comprometida de una humanidad de hombres y mujeres libres", señaló.

"Queremos, en fin, que ellos, como nosotros, crean también en la luz aun antes de que despunte el alba", subrayó el Príncipe en las palabras con las que cerró su discurso que fue seguido de una prolongada ovación.

"Preocupación por conocer al ser humano"

Además, Don Felipe dijo que, en sus ocho categorías, los premios han ido a recaer en personas e instituciones que son "un testimonio vivo de preocupación por conocer mejor al ser humano y su entorno".

La ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias comenzó a las 18.30 horas, con la llegada de Don Felipe y Doña Letizia y la Reina.

Doña Sofía fue la primera en hacer su entrada en el teatro y, tras sentarse en el palco real, los Príncipes subieron al escenario del teatro.

Tras escuchar el himno de España interpretado por gaitas asturianas se procedió a la presentación de los premiados.

"El valor del arte reside en su inutilidad"

El Premio Príncipes de Asturias de las Letras, el escritor neoyorkino Paul Auster, fue el primero de los galardonados en intervenir.

"No sé por qué me dedico a esto, y si lo supiera no tendría necesidad de hacerlo", indicó este escritor que confesó que siempre ha tenido la necesidad de "contar historias".

Auster se preguntó qué sentido tiene el arte en el mundo real, "ninguno práctico que yo sepa" afirmó para destacar que "el valor del arte reside en su misma inutilidad".

De igual modo, señaló que "el lenguaje es lo que compartimos con los demás", que "la magia de los relatos es su capacidad para poder transportarnos" y que "la novela es una colaboración entre escritor y lector".

Después del discurso de Auster el Príncipe procedió a la entrega del diploma acreditativo y la estatuilla diseñada por el artista español Joan Miró.

"Todas las vidas tienen la misma importancia"

A continuación, intervino Willian H. Gates, copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates, Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional, quien recordó el papel de España en los proyectos de investigación de vacunas contra diversas enfermedades, como la malaria.

"La gente se muere y nosotros podemos salvarla; eso debe ser suficiente ", dijo para recalcar que "todas las vidas tienen la misma importancia y debemos valorar todas y cada una de ellas".

"La inmigración es la cara humana de la globalización"

La ex presidenta de Irlanda Mary Robinson, Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, agradeció su galardón y señaló sentirse honrada por ser la primera mujer que recoge este premio.

Además de destacar los lazos que unen Irlanda y España, sociedades caracterizadas por "la vitalidad de sus democracias", también se refirió a la inmigración.

"La inmigración es la cara humana de la globalización", un fenómeno que alcanza "proporciones épicas, con 200 millones emigrantes, que sería el quinto país más poblado del mundo", y algunos de ellos desprovistos de sus derechos.

Por ello, exigió la colaboración de los gobiernos y de todos los sectores implicados porque "no podemos darle la espalda a esa gente".

Por último, consideró que la concesión del Premio anima su labor "en pos de una globalización más humana".

Por su parte, Anna M. Veneman, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2006, recordó que "millones de niños" cuyas vidas "son marcadas" por la pobreza, el conflicto y las emergencias son los que "apelan" a la conciencia colectiva y "dependen" de su acción.

En su discurso, la máxima responsable de UNICEF dijo que recibía este galardón con "profunda gratitud" y en nombre de estos niños y de todos los niños del mundo.

Además, recordó que "hay dos millones de personas que viven con dos dólares al día y donde diez millones de niños mueren al año por causas que en gran medida se pueden evitar, como la enfermedad y la malnutrición", por lo que concluyó: "queda mucho por hacer".

Antes de esta ceremonia, a mediodía, los Príncipes de Asturias recibieron en audiencia a los premiados de este año.

Los ocho galardones (Lista de premiados):

La Fundación Príncipe de Asturias creó en 1981 estos premios con el objetivo de contribuir a los vínculos entre el príncipe Felipe y el Principado y a promover "cuantos valores científicos, culturales y humanísticos son patrimonio universal", siempre con la aspiración de ser independiente y un referente para la sociedad.