Springsteen cierra con su música la jornada de homenajes a las víctimas de Breivik en Noruega

  • "A día de hoy, Noruega está más imbuida en la democracia y en la diversidad que el 22 de julio de 2011", ha dicho su primer ministro.
  • Los atentados evidenciaron graves errores de coordinación de las fuerzas de seguridad, muy criticados por las familias de las víctimas.
  • El Gobierno lanzó una propuesta de reforma de la ley antiterrorista que da amplias facultades para investigar potenciales actos terroristas de individuos aislados.
Bruce Springsteen actua en un concierto gratuito en la plaza del Ayuntamiento de Oslo, Noruega, dentro de los actos de homenaje a las víctimas del atentado de Utoya.
Bruce Springsteen actua en un concierto gratuito en la plaza del Ayuntamiento de Oslo, Noruega, dentro de los actos de homenaje a las víctimas del atentado de Utoya.
EFE
Bruce Springsteen actua en un concierto gratuito en la plaza del Ayuntamiento de Oslo, Noruega, dentro de los actos de homenaje a las víctimas del atentado de Utoya.

Noruega recordó este domingo en todo su territorio a las 77 víctimas mortales del doble atentado perpetrado hace un año por el ultraderechista Anders Behring Breivik, que conmocionó el país y amenazó su modelo de sociedad abierta. Ha sido una jornada de homenajes y elogios al modelo de sociedad noruega y a la respuesta de la ciudadanía ante la mayor tragedia que ha vivido el país desde la ocupación nazi.

Los principales actos se celebraron en los escenarios del doble atentado: en Oslo, donde Breivik hizo estallar una bomba en el complejo gubernamental que mató a 8 personas; y en la isla de Utøya, al oeste de la capital, en la que cometió luego una matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas (AUF).

Un concierto multitudinario en la plaza del Ayuntamiento de Oslo cerró la jornada. Más de 50.000 personas, según las autoridades, abarrotaron la plaza y soportaron durante hora y media la lluvia, sujetando rosas en sus manos, para asistir a un concierto con una decena de artistas y un invitado sorpresa, el músico estadounidense Bruce Springsteen.

Springsteen, que se encuentra estos días de gira en Noruega y con cuya participación especulaban los medios de este país, se subió al escenario con su inseparable guitarrista Steve Van Zandt. Juntos interpretaron "We shall overcome", la canción protesta que se convirtió en himno del Movimiento por los derechos civiles en EE UU y que dedicó a los familiares de las víctimas y a Oslo.

La jornada comenzó con un acto oficial en Høyblokka, sede del poder político, que aún conserva huellas visibles del atentado, y en donde el primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, y el rey Harald V hicieron una ofrenda floral en presencia de ministros, empleados públicos y familiares de las víctimas mortales.

"El autor fracasó. La gente ganó"

"La bomba y los disparos querían cambiar Noruega. El autor (de los atentados) fracasó. La gente ganó. El pueblo noruego respondió abrazando nuestros valores", una sociedad abierta y democrática, una idea defendida desde el principio por el primer ministro y que este domingo volvió a repetir a lo largo del día.

El líder laborista destacó que ha sido un año "duro" y que no ha pasado un día sin que la "tragedia" haya ocupado la discusión pública, también sobre los fallos en seguridad, un debate "necesario e importante para aprender y para evitar que ocurra de nuevo".

"Debemos recordarnos unos a otros que el amor es eterno: la llama de la vida se ha apagado, y el dolor deberán llevarlo para siempre, pero los cálidos recuerdos nadie se los puede quitar", les dijo el primer ministro a los familiares de las víctimas, en una ceremonia retransmitida por la televisión pública NRK.

Homenajes en catedrales e iglesias

Los exteriores de la catedral de Oslo volvieron a llenarse de rosas colocadas en recuerdo a las víctimas por los viandantes, que también portaban muchos de los que acudieron a la misa celebrada en el interior del templo, abarrotado desde una hora antes. Miles de rosas y velas fueron depositadas también en la costa de Utvika, frente a la isla de Utøya.

La ceremonia en la catedral estuvo presidida por los reyes de Noruega, Harald V y Sonia, acompañados por la princesa Marta Luisa, y el primer ministro junto a otros miembros del Gobierno, familiares de las víctimas y supervivientes de los atentados. Allí también se lanzaron mensajes que hablaban del triunfo del amor, la dignidad, las palabras y la democracia.

A unas decenas de kilómetros, en la iglesia de Hole, municipio al que pertenece Utøya, se celebró otra ceremonia, a la que acudieron los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit y varios ministros.

Pero las víctimas fueron igualmente recordadas en todas las misas mayores en las iglesias noruegas, también en las del extranjero; y por todo el país se descubrieron placas conmemorativas y hubo otros actos como marchas silenciosas con rosas o con antorchas.

Actos de las AUF

El punto central del programa transcurrió en Utøya, que antes y después de ese acto estuvo cerrada al público para que pudieran recorrer la isla familiares y amigos de las víctimas, así como supervivientes, que pudieron reunirse además al mediodía en un hotel del centro de Oslo.

La cúpula del Partido Laborista, invitados de otros países nórdicos  —como la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt— y más de un millar de miembros de las AUF se sentaron sobre la hierba para asistir a una ceremonia donde la música y las palabras se mezclaron con las sonrisas, los aplausos y las lágrimas.

Particularmente emotiva fue la actuación de Renate Tårnes, quien justo un año antes había tocado sobre el mismo escenario, horas antes de que Breivik llegara a la isla y matara en su presencia a su novio, aunque ella se salvó escondiéndose en un baño. Allí hizo una agónica llamada a la Policía, luego reproducida en el juicio contra Breivik ante la indiferencia de éste.

Ese viernes 22 de julio de 2011, "en el que nunca dejó de llover", "nos cambió la vida a todos, también a las AUF", dijo su líder, Eskil Pedersen, "orgulloso" de que sus compañeros sean, con su defensa de la diversidad y la igualdad, la imagen de la "derrota" de Breivik.

Una sentida interpretación del himno de las AUF, donde las palmas y las muestras de júbilo dominaron sobre las lágrimas, cerró el acto central en Utøya, la cantera donde se han forjado año tras año muchos futuros ministros y primeros ministros laboristas de Noruega.

La jornada, rodeada en Oslo y en Utøya de grandes medidas de seguridad, culminará la noche del domingo con un concierto en la plaza del Ayuntamiento de la capital, donde se espera actúe también Bruce Sprinsgteen —de gira estos días por Noruega— y que como los actos principales será retransmitido por la televisión pública NRK.

A pocos kilómetros de allí, en su encierro en el penal de Ila, al oeste de Oslo, Breivik aguarda a conocer la sentencia de su juicio, que se difundirá el próximo 24 de agosto.

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