El vicepresidente y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, anunció este jueves que "con toda seguridad" cambiarán la fecha del homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 al lunes 12. La razón es que estos actos no coincidan con la manifestación convocada por los sindicatos CCOO y UGT contra la recientemente aprobada reforma laboral. El Ayuntamiento de Madrid, que organiza sus propios actos, se ha adherido a la propuesta.

A la vista de los acontecimientos, informó González, el Gobierno de Esperanza Aguirre se ha puesto en contacto con las asociaciones de víctimas, de los que este año se celebra el octavo aniversario. Estos han expresado que, "en principio", son favorables al cambio del homenaje que se hace en la Puerta del Sol y los que después realiza el Ayuntamiento en el monumento de Atocha y otros puntos de la ciudad.

Los secretarios de Acción Sindical de CC OO, Ramón Górriz, y de UGT, Toni Ferrer, habían confirmado este miércoles la convocatoria de una marcha por el centro de la capital para el próximo domingo, día 11.

Las centrales llamaban así a los trabajadores a salir a la calle para exigir al Gobierno de Mariano Rajoy que modifique la reforma laboral aprobada el pasado 12 de febrero y que supondrá la reducción de la indemnización por despido, la posibilidad de rebajas unilaterales de salarios decididas por los empresarios o la posibilidad de cancelar los contratos aunque el trabajador tenga una baja médica justificada.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, admitió este jueves la "coincidencia" de la manifestación con los actos de las víctimas, pero garantizó que "los organizadores materiales de esa convocatoria, los sindicatos de Madrid, ese hecho lo van a tener en cuenta y van a demostrar toda la sensibilidad y el respeto".

Argumentó, en su defensa, que el domingo es el día más apropiado (por la disponibilidad de los trabajadores y la menor afección al tráfico) para ejercer el "derecho constitucional" de manifestación.

Las explicaciones, sin embargo, no convencen a los dirigentes del Partido Popular.

El ministro de Justicia y exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, espera que los sindicatos reconsideren desconvocar las manifestaciones porque celebrarlas sería una "insensibilidad muy difícil de comprender" hacia las víctimas. "No es un día ni para confundir ni para hacer cosa distinta que no sea esa obligación de recordar a las víctimas del 11-M", sentenció en una entrevista en la emisora Onda Cero.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se sumó a la petición del ministro apuntando que, cuando reciba la comunicación de manifestación por parte de los sindicatos, concertará una reunión con ellos "para ver si el día y la convocatoria que plantean son los más adecuados".

"Merecen [las víctimas] un día que se les dedique a ellos íntegramente porque no es sólo un acto en el cual los madrileños y españoles les hacen llegar su apoyo, es un día que coincide con el Día Europeo Contra el Terrorismo". "Para cualquier otro tipo de reivindicación de carácter laboral o social hay muchos días para que se lleven a cabo", añadió Cifuentes.

Para el vicepresidente regional, Ignacio González, hacer coincidir las protestas con el 11-M es "absolutamente inaceptable e impresentable", por lo que acusó a los sindicatos de querer utilizar e "intrumentalizar" a las víctimas en su estrategia de oposición al Gobierno de Mariano Rajoy.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, criticó por su parte la, a su juicio, "falta de sensibilidad" de los representantes de los trabajadores.