Las primeras indagaciones apuntan a circunstancias de índole personal en la acción del inmigrante y no se descartan como causa, ya que no consta nada más sobre esta persona aparte de su situación irregular en España, y la Guardia Civil tramita diligencias por este caso que investiga.

Otras fuentes indicaronque esta acción podría haberse producido en un arrebato ante su situación de penuria económica y que, en principio, no consta que se haya tratado de un acto de protesta o reivindicación.

El fallecido, cuyo nombre corresponde a las iniciales O.D. y del que no se precisó su tiempo de estancia en España, convivía con otras personas de su nacionalidad en una vivienda de alquiler y murió debido a las quemaduras sufridas por todo el cuerpo después de que se impregnase de líquido inflamable, prenderse fuego con un mechero y tirarse a un contenedor frente al portal de la casa donde vivía.

Síndrome de Ulises

Los vecinos apagaron el fuego con agua y extintores antes de llegar los servicios sanitarios y bomberos, que trataron de hidratarlo y lo envolvieron con sábanas húmedas antes de su traslado al centro sanitario, aunque finalmente falleció y ahora está pendiente la repatriación del cadáver.

Tras este caso, diversos colectivos que trabajan con inmigrantes recordaron las denuncias de organizaciones humanitarias sobre los trastornos psicológicos que pueden sufrir los inmigrantes por la presión a la que están sometidos en su situación y aludieron al "síndrome de Ulises" sobre la incapacidad de adaptación al nuevo entorno.

En este sentido, refirieron la exclusión añadida que pueden padecer los africanos respecto a los suramericanos por dificultades culturales como el desconocimiento del castellano, el color de la piel, la forma de llegar en pateras jugándose la vida o la diferencia en el modelo de familia o de religión.

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