El proveedor de sellos de Afinsa protagonizó una ascensión meteórica en sólo diez años. De encontrarse en el paro pasó a poseer coches de lujo y patrimonio valorado en 30 millones de euros, según publica hoy el diario El Mundo.

En La Moraleja, su barrio, nadie le conoce. Vive allí desde hace cuatro años, pero nadie sabe quién es. Apasionado de los sellos desde la juventud, Guijarro amasó toda su fortuna desde 1998, cuando se convirtió en el único proveedor de Afinsa.

Pero el chollo se le acabó en mayo de 2003. Afinsa comenzó a detectar irregularidades en las partidas de sellos y acabó prescindiendo de sus servicios, pero no le comunicó nada a sus clientes.

Hacienda encontró su pista cuando la empresa alegó pagos al experto filatélico por un valor de 12 millones de euros en 2003.

Hace dos semanas, en su casa de 13.000 metros cuadrados, el olor a yeso fresco alertó a la Policía, que encontró 10 millones de euros en billetes de 500 tras un tabique recién construido.

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