Cómo afecta la obesidad mórbida a las mujeres en el trabajo

La 'gordofobia' alimenta el estigma social que afecta a las personas con exceso de peso, llegando incluso a discriminarlas en su desempeño laboral, al considerarlas incapaces para su labor. Las mujeres sufren especialmente este rechazo.
La obesidad puede provocar infinidad de nefermedades asociadas.
La obesidad puede provocar infinidad de nefermedades asociadas.
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La obesidad puede provocar infinidad de nefermedades asociadas.

Tener sobrepeso va asociado al estigma social, sin duda. Según datos de los últimos estudios llevados a cabo en el seno de la Organización Mundial de la Salud, las cifras respecto a personas obesas en todo el mundo se han multiplicado hasta considerar la obesidad como la pandemia del siglo XXI.

En España, según la Encuesta Europea de la Salud que publica el Ministerio de Sanidad, casi la mitad de las mujeres tienen sobrepeso u obesidad. ¿Y qué se considera como obesidad? Que el Índice de Masa Corporal IMC (peso en kg dividido por la estatura en metros cuadrados) es superior a 30.

Con semejante panorama, que es un hecho en nuestra sociedad, debemos hacer frente, además, al estigma social que supone la obesidad mórbida, y sus repercusiones en el entorno laboral. Con ayuda de dos profesionales de la salud, vamos a analizar la situación.

Estar gorda está 'mal visto', aunque no se verbalice

Las mujeres con obesidad mórbida llegan a cobrar hasta un 10 por ciento menos que otras con normopeso.
Las mujeres con obesidad mórbida llegan a cobrar hasta un 10 por ciento menos que otras con normopeso.
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Según un estudio llevado a cabo por el Instituto de Estudios Laborales, las mujeres que padecen obesidad mórbida podrían estar cobrando casi un 10% menos que el resto, discriminación propiciada por la 'gordofobia' imperante.

A través de esta investigación se confirma también que las mujeres con obesidad enfrentan múltiples obstáculos en su carrera profesional: menos oportunidades de ascenso, menor bienestar en el lugar de trabajo, más estrés y una probabilidad más alta de despido. Las dificultades comienzan temprano, ya que las mujeres con obesidad mórbida enfrentan problemas incluso en el proceso de contratación.

Esther Montoliu, nutricionista y directora técnica de Minerva, Unidad de Obesidad y Sobrepeso en Clínicas Dorsia, tiene claro que "a día de hoy, a las mujeres se les pone en tela de juicio por su apariencia física, bien si pasean tranquilas por la calle o bien si se muestran en redes, y en todos los ámbitos sociales".

"A priori pensamos que estos mensajes discriminatorios suelen ir dirigidos más a las personas con un peso extremadamente bajo, tal como encontramos en comentarios hacia algunas influencers ("estás muy delgada, necesitas 20 kilos para que te siente bien la ropa").  Sin embargo, y aunque exista cierto tabú en decirle a una persona que está gorda, lo cierto es que, de manera encubierta, en nuestra sociedad existe gordofobia".

Sin duda, las mujeres con un peso 'no normativo', o con obesidad mórbida, tal como determina y nos clasifica un IMC elevado, suelen tener mayor rechazo social.

¿Qué sucede en el entorno laboral con las mujeres obesas?

Entrevista de trabajo
A la hora de contratar, las empresas temen que una mujer con obesidad mórbida tenga demasiadas bajas por sus limitaciones fñisicas
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A nivel laboral, continúa expresando la experta en nutrición, "el perfil contratante de la empresa puede clasificar el estado físico como una mala imagen. Además, en muchos casos, desde recursos humanos consideran que la persona con obesidad mórbida que tienen enfrente podría causarle a la empresa más bajas laborales o tener un rendimiento laboral inferior a otras personas con una talla menor".

Desde el punto de vista práctico, podría tener fundamento pensar que una persona con obesidad mórbida tiene ciertas limitaciones a la hora de conseguir determinados empleos 'más activos'. 

En este sentido, Montoliu opina que "la obesidad extrema puede influir en cuanto a problemas respiratorios, lo que se traduce en mayor cansancio de la mujer a lo largo de la jornada laboral. Si el trabajo se lleva a cabo en una mesa, la silla deberá ser acorde a su peso y volumen para minimizar sus dolores musculares".

Algunos estudios han estimado que un trabajador con obesidad falta el doble a su puesto de trabajo que un trabajador que presenta índices de normopeso, registrándose ausencias en una media de 8,5 días al año (en el caso de un trabajador con peso promedio se registran 3,7 días al año). 

Estos datos objetivos indican que la obesidad y la obesidad severa tienen un claro impacto sobre el estado de salud de las personas que la padecen, pudiendo afectar también a su rendimiento, a su relación laboral, y a su estado de ánimo y emocional.

Obesidad, un problema que carece de la empatía necesaria

La obesidad severa es una enfermedad multifactorial, que debe ser tratada por diferentes profesionales de la salud.
La obesidad severa es una enfermedad multifactorial, que debe ser tratada por diferentes profesionales de la salud.
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La mujer trabajadora con obesidad mórbida, como sigue comentando la experta en nutrición de Dorsia, "tiene un problema añadido a sus limitaciones físicas, y tiene que ver con los comentarios y acciones despectivas de los compañeros, algo que puede provocar (y de hecho lo hace) problemas de salud mental".

Y es que todos debemos ser conscientes de que "la obesidad no es simplemente un problema que se soluciona con reducir la ingesta de alimentos insanos y hacer más ejercicio. La obesidad es una enfermedad multifactorial que debe abordarse desde diferentes prismas, conjuntamente entre diversos profesionales de la salud. Es complejo".

Desde cirugía bariátrica (en los casos en los que esté aconsejada por el médico) hasta el correcto acompañamiento nutricional y psicológico, todas las aristas de esta enfermedad necesitan del apoyo necesario.

El exceso de peso es un riesgo para padecer otras enfermedades

Una mujer con obesidad sufriendo un infarto.
Una mujer obesa tiene mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Jessadakorn Panjarak

Desde Pronokal, la doctora Maitane Núñez nos explica los fundamentos en los que se basa este problema de salud, y sus ramificaciones hacia otras dolencias asociadas.

"Tanto la pre-obesidad (sobrepeso) como la obesidad son consideradas enfermedades que se caracterizan por una acumulación anormal y/o excesiva de grasa corporal que representa un riesgo para la salud, según define la propia Organización Mundial de la Salud (OMS)". 

Pero es que a su vez, ambas circunstancias cada vez más prevalentes por culpa del sedentarismo son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.

La obesidad en las mujeres, además de ser un factor de riesgo cardiovascular, "se asocia a un aumento de riesgo de padecer diabetes tipo 2, cáncer de mama y de endometrio, así como síndrome de ovario poliquístico e infertilidad", expone la doctora Núñez.

Y añade: "También cabe señalar las diversas evidencias médicas que existen sobre cómo esta pandemia silenciosa afecta cada día más al bienestar y a la salud mental de miles de mujeres que la padecen, muy probablemente relacionado con el estigma asociado al peso y las exigencias sociales y estéticas a las que todavía se enfrenta la mujer por razones de sexo".

El coste económico del sobrepeso y la obesidad

El tiempo de gestación de un cáncer depende del tipo de tumor
El aumento de la población con obesidad tiene un elevado coste económico y socio-sanitario.
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De acuerdo con los recientes resultados del Atlas Mundial de Obesidad 2023, el coste económico que implica el sobrepeso y la obesidad a la sociedad alcanzará los 4,32 billones de dólares anuales para 2035, si no mejoran las medidas dirigidas a abordar esta problemática sanitaria. Con casi el 3 por ciento del PBI mundial, su impacto es casi comparable con el de la COVID-19 en el 2020.

En los últimos años, España ha pasado a formar parte de los países con mayor grado de obesidad en adultos. Según un estudio realizado en el año 2016 por un grupo de investigadores del Imperial College de Londres, en colaboración con la OMS, el ritmo de crecimiento es tan acelerado como el de EE.UU., lo que convierte a España en el segundo país de Europa con más casos de obesidad y sobrepeso, solo por detrás del Reino Unido. 

Así pues, queda evidenciada la "urgencia para reducir los índices de obesidad entre las mujeres trabajadoras, tanto por su salud física como emocional. Y no solo por su afectación directa, sino también por el coste económico, sanitario y empresarial que ello implica", concluye la doctora Maitane Núñez.

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