¿Qué es el síndrome del límite máximo y por qué afecta más a las mujeres?

Dos expertas explican cómo esta barrera auto impuesta nos impide expandir los objetivos que tenemos y cómo podemos luchar contra este techo de cristal
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¿Quién no querría tener más dinero, más trabajo (aunque a veces "algo" menos de trabajo no es terrible… ¿no? Lo digo por una amig…) y más amor? El problema es que existe un síndrome que nos limita a la hora de alcanzar mayores metas, y para sorpresa de pocos, afecta en especial a… Sí: lo has averiguado: ¡a las mujeres!

El límite superior mantiene nuestro nivel de felicidad, abundancia y bienestar hasta cierto punto

Seguro que en alguna ocasión, cuando por fin las cosas van bien, te ha asaltado un temor generado precisamente por eso: porque las cosas van 'demasiado' bien. Como explica el psicólogo estadounidense Gay Hendricksen su libro 'The Big Leap', el motivo de esta inquietud es el límite superior, que mantiene nuestro nivel de felicidad, abundancia y bienestar hasta cierto punto y nos impide aumentar nuestro bienestar, ganar más dinero, conseguir un mejor trabajo o pareja, o ser más felices. Para hacerlo, nos boicotea llevándonos a los estados habituales o a nuestra zona de confort.

Es habitual en mujeres que alcanzan el éxito profesional (lo vemos sobre todo en cantantes y actrices) de forma meteórica

Ángela Vazi, terapeuta experta en manifestación, desarrollo personal y habilidades psíquicas, expone el caso de Margaret Loughrey, que seis años después de haber sido premiada con 27 millones de libras en la lotería, aseguró desear no haber ganado aquel dinero.  "Esto se debe a que su síndrome de límite máximo estaba muy por debajo de ese nivel de riqueza, por lo que de forma inconsciente, creó situaciones de boicoteo para volver a lo ya conocido. Es habitual en mujeres que alcanzan el éxito profesional (lo vemos sobre todo en cantantes y actrices) de forma meteórica y luego caen en el desastre emocional, físico o incluso económico", explica.

Señala que este síndrome crea resistencias a la consecución de logros y provoca que nos auto limitemos en cualquier ámbito de nuestra vida, haciendo incluso que creemos problemas en los momentos en los que tocamos nuevas cotas de felicidad o éxito porque nuestro sistema no está preparado para ello. 

Por su parte Virginia Hidalgo, consultora estratégica de marketing y ventas, señala que se trata de una cuestión cultural. "Durante muchos años, a las mujeres se nos han colgado unos estándares de lo que es una buena mujer: una excelente esposa que se ocupa de su hogar y una madre que sólo está por y para sus hijos. La mujer "no es la que provee en casa", sino la que cuida y busca sentirse protegida. En el momento en el que eres exitosa y destacas por encima de tu pareja, empiezan los reproches familiares", comenta a Mujer.es

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Este regreso auto programado al estado de crecimiento aprobado nos incita a quedarnos en la zona de confort, pero lo cierto es que en el trabajo tenemos tal situación de desigualdad que salir de ese espacio de comodidad siendo mujer es un tema especialmente delicado… ¿O no? Responde Hidalgo. 

He tenido que escuchar comentarios nada agradables sobre cómo he logrado cargos directivos

"Es una ley no escrita: los puestos de poder están ocupados por hombres y a nosotras nos cuesta mucho más conseguirlos. Yo he trabajado en cargos directivos antes de emprender y he tenido que escuchar comentarios nada agradables sobre cómo los he logrado y trabajar más para ganarme el respeto de mis compañeros. La verdad es que no tenemos las mismas oportunidades ni es fácil mantenerse en esos puestos. A esta situación le añadimos el síndrome adquirido por todas nuestras creencias".

Como desde la infancia somos programadas para cambiar hacia lo seguro, tememos salir de nuestra zona de confort, cuando lo cierto es que para alcanzar el éxito, en la mayoría de los casos, es necesario romper los propios límites de nuestras creencias y transitar por situaciones de incomodidad.

Lo sé: es probable que al leer "zona de confort" te hayas echado las manos a la cabeza al grito de "¡Otra vez esta terminología!", por lo que te aviso de que en 3,2,1 vamos a hablar de otro de esos términos psicológicos que se han instalado en nuestro lenguaje habitual: los pensamientos limitantes.

"La mecánica cuántica ya ha dejado claro que somos un 99 % energía y sólo un 1 % materia. Si con tu 99 % de energía le das fuerza a esos pensamientos limitantes y no trabajas en modificarlos a tu favor, obviamente vivirás en ese mar de relaciones líquidas e inestables. La forma de cambiarlos es observarte y no darles potencia, dejarlos pasar sin más (ni siquiera juzgarlos) y razonar el porqué esos pensamientos no son reales, sino un producto de tus creencias limitantes", comenta Vazi. 

Cómo detectarlo y cómo luchar contra él

Ha llegado el momento de superar este síndrome, pero para hacerlo, necesitamos detectarlo. Verónica Hidalgo nos da las tres claves para dar con él.

  • No te sientes suficiente. Crees que no eres buena en un campo concreto o incluso que no vales para ello. Consideras que nunca vas a conseguir algo por el tipo de persona que eres o por tus orígenes. Te dices a ti misma "¿quién soy yo para lograr esto?".
  • Tienes miedo a destacar o brillar. Sientes temor a sobresalir o eclipsar a los demás. Ocurre desde que somos niñas, cuando te da cosa levantar la mano o exponer en clase, aunque sepas que tienes una respuesta brillante.
  • Miedo a ser diferente. No quieres ser la oveja negra de la familia, sentirte culpable o un lastre de no merecimiento. 

Para finalizar, Ángela Vazi señala cómo podemos superarlo y atraer así lo que deseamos.

  • Paso 1. Conoce tu rango de normalidad y dónde se ubican tus límites. Esto es de suma importancia para saber cómo respira tu subconsciente.
  • Paso 2. Una vez los tengas, trabaja en elevar tu estándar. Esto es vital. Por ejemplo, si el mínimo en tu cuenta bancaria son 50 euros, no permitas que haya menos de 100. Para conseguirlo, puedes realizar ejercicios de visualización en los que "introduces dinero en ti" o hacer afirmaciones diarias como "Mi mínimo tolerable son 100 euros... Y punto".
  • Paso 3. Trabaja tu límite máximo. Escribe en un cuaderno qué sientes al tener más de lo que marca tu límite, prepárate para ello antes de que llegue. Puedes jugar incluso a que tienes millones y los gastas en tu imaginación. La visualización es muy poderosa para el subconsciente. Y realizada antes de dormir acelerará el proceso. 

"Elevar ambos límites (el máximo y el mínimo) hará que tu subconsciente evolucione hacia otra realidad y esta se haga física sin boicotear tus triunfos porque ya estarán codificados en tu inconsciente", asegura. 

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