La mitad de los inmigrantes que saltan la valla son refugiados, pero solo se da un 10% de asilos

  • Según datos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado al menos la mitad de los inmigrantes procedes de países con conflictos bélicos y son refugiados.
  • El presidente de CEAR denuncia la manipulación del Ejecutivo para justificar las "medidas represivas" en el control de las fronteras.
  • Según la entidad, "sólo el 5% de la inmigración irregular entra a España por Ceuta y Melilla" y el resto por los aeropuertos, carreteras y trenes.
Varios inmigrantes de origen subsahariano intentan entrar a Melillla saltando la valla.
Varios inmigrantes de origen subsahariano intentan entrar a Melillla saltando la valla.
F.G. Guerrero / EFE
Varios inmigrantes de origen subsahariano intentan entrar a Melillla saltando la valla.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha alertado de que la mitad de los inmigrantes que llegan a Ceuta y Melilla proceden de países con conflictos bélicos y por tanto podrían solicitar asilo, aunque España concede esta protección de "manera residual",ya que acepta menos del 10% de las peticiones.

CEAR ha presentado este viernes la campaña en la página web estohayquecortarlo.org con la que pretende recoger 100.000 firmas para solicitar al Gobierno la retirada de las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla y el respeto de los derechos humanos.

"Una persona refugiada es alguien que nunca imaginó que un día se vería obligada a abandonar su país y pedir asilo en otro para conservar su vida o su integridad física", explica CEAR.

El presidente de la organización de ayuda al refugiado, Carlos Berzosa, ha lamentado la manipulación del Ejecutivo, al querer trasmitir que los intentos de saltar la valla son algo nuevo y que han aumentando en las últimas semanas, para justificar las "medidas represivas" en el control de las fronteras.

"Nos quieren hacer ver eso para que sintamos miedo, pensemos que todos esos inmigrantes nos quieren quitar el trabajo en un momento de crisis", ha dicho Berzosa, quien ha destacado que las mayores entradas de inmigrantes se producen por los aeropuertos, carreteras y trenes, y no a través de las vallas o en las pateras. Según la secretaria general de CEAR, Estrella Galán, "sólo el 5% de la inmigración irregular entra a España por Ceuta y Melilla".

Un informe de Frontex señala que 6.397 inmigrantes entraron en 2012 por la ruta oeste mediterránea, en la que se encuentra Ceuta y Melilla, mientras que por la del este de Europa -Grecia, Bulgaria y Chipre- lo hicieron 37.224. "Están trasmitiendo un mensaje intimidatorio" a la población, culpando a las mafias de estas avalanchas, "pero se tergiversa el mensaje para evadir el verdadero problema, que es que estas personas huyen de sus países por hambre, violencia de género o guerras", ha añadido Berzosa.

Desde CEAR alertan de que los inmigrantes no están solicitando asilo para no quedarse encerrados durante años en Ceuta y Melilla y aunque algunos lo hacen cuando son trasladados a la península, la mayoría "permanecen invisibles".

"De los 1.500 inmigrantes que se encuentran en los Centros de Estancia Temporal (CETI) de Ceuta y Melilla, más de 700 son susceptibles de asilo porque proceden de Malí, República Centroafricana o Siria", destaca.

La campaña, en la que han colaborado entre otros la periodista Mamen Mendizábal, el cantante Makako y el actor Tristán Ulloa, denuncia que el Gobierno, con su política migratoria, está violando leyes como la de Extranjería, Asilo, Tratados Internacionales y la Convención Europea de Derechos Humanos.

Eliminar las concertinas

"Cada firma es una cuchilla menos", explica Galán, y por eso CEAR señala que con 100.000 firmas se eliminarían ese mismo número de concertinas que calculan que hay en las vallas. CEAR reclama que se habiliten puestos fronterizos para pedir asilo y vías seguras para la llegada de inmigrantes.

En la presentación de la campaña, Alain Diabanza, un refugiado de la República Democrática del Congo que llegó a España a nado por la playa de El Tarajal en Ceuta hace diez años, ha explicado que aunque no se atrevió en dos ocasiones a saltar la valla y continuó escondido en la montaña durante meses, tuvo que hacerlo "porque detrás no hay vida".

"La solución empieza en los países de origen, nadie viene de Sudáfrica o Namibia, sino de países con dictaduras, como el mío, cuyos presidentes están invitados por los gobiernos en Europa", ha asegurado este profesor, con un sueldo de 40 euros al mes que cobraba con meses de retraso.

Relata que él tuvo suerte porque no le devolvieron "en caliente" como a muchos de sus compatriotas cuando pisaron suelo español, sino que al llegar a la playa de Ceuta, le trasladaron al hospital, luego a la comisaría, al CETI y de allí, tras pedir asilo, a una organización de CEAR a la península.

Ahora, con residencia legal, es voluntario de CEAR en Málaga donde ayuda a otros inmigrantes y les informa de sus derechos. Reconoce que "España debe proteger sus fronteras y no va a poner una alfombra roja", pero reclama "el respeto a los derechos humanos".

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