El Congreso de los Diputados no ha hecho públicas aún, ni en su web ni en el Boletín Oficial de las Cortes, las declaraciones de bienes de 56 de los 350 parlamentarios que componen el hemiciclo.

Esto se debe a varios factores: en primer lugar, once de sus señorías acaban de tomar posesión en sustitución de otros tantos diputados recién nombrados altos cargos por el Gobierno y que han renunciado a sus escaños; no todos lo han hecho: por ejemplo, Jorge Moragas, director del Gabinete de Mariano Rajoy, sigue teniendo su sitio en la Cámara Baja.

Solo uno de los recién incorporados, el popular Antonio Pérez Insua, fue bastante rápido a la hora de presentar sus papeles para el Registro de Intereses; lo hizo el día anterior al de su jura, el 10 de enero. El resto están pendientes. Como también lo están, entre otros, los documentos de Emilio Olabarría y Josu Erkoreka (PNV), Federico Trillo y Celia Villalobos (PP), Joan Baldoví (Compromís), Miguel Ángel Cortizo y José Andrés Torres Mora (PSOE) y Joan Josep Nuet (Izquierda Plural).

El pasado mes de septiembre, los parlamentarios hicieron públicos todos sus bienes al detalle en virtud del acuerdo adoptado por las Mesas del Congreso y el Senado el 19 de julio.

Como hubo elecciones el 20-N, los reelegidos para esta X Legislatura han tenido que volver a desglosarlos -es obligatorio-, pero debido a los cambios que han podido experimentar en sus patrimonios o a que la Mesa del Congreso no ha tenido tiempo de comprobarlos todos, hay retrasos lógicos en la publicación.

No existe un plazo máximo fijado para presentar las declaraciones de bienes, pero en el Congreso aseguran que "en los próximos días" ya debería figurar la lista completa en la web. Hasta entonces, un repaso exhaustivo a los documentos ofrece algunas sorpresas y curiosidades. Podemos saber, por ejemplo, qué diputados compran deuda subordinada de los bancos o reciben una pensión por viudedad.

Entre los bienes más llamativos figuran un caballo de pura raza árabe, del diputado del PNV Aitor Esteban; coches históricos, como los del ministro Miguel Arias Cañete (Morgan 4/4) o la popular María Aranzazu Miguélez (Jeep Willys); una Harley-Davidson, que declara Mario Flores (GP); embarcaciones, como las de la exsecretaria de Estado de Inmigración Consuelo Rumí (Quicksilver) y el exministro de Justicia Francisco Caamaño (un "velero"); o, incluso, un panteón familiar, el de Rafa Larreina (Amaiur).

Uno de los últimos diputados en entregar su declaración de bienes, el alcalde de Palos de la Frontera Carmelo Romero, incluye un "ajuar doméstico" por valor de 24.700 euros; el del exministro de Fomento José Blanco está valorado en 110.000 euros.

Solo algunas de sus señorías poseen automóviles "de segunda mano" y así lo hacen constar, como Rosa Díez (UPyD), mientras otros declaran modelos de lujo -los populares Ovidio Sánchez y Eloy Suárez tienen un Jaguar y un Lexus, respectivamente- o coches recién estrenados -en 2011-, como el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza. Las motocicletas, sobre todo las Scooter -Jorge Moragas tienen una-, también triunfan entre los diputados.

El coordinador federal de IU, Cayo Lara, por otro lado, declara tener un "huerto" en Ciudad Real, igual que el convergente Carles Pàramo, que heredó uno en la localidad catalana de Roses. Por su parte, Jon Iñarritu, de Amaiur, hace constar que tiene un terreno en la región francesa de Aquitania. Algunos diputados, como Manuel Chaves (PSOE), pueden presumir de no deber dinero al banco; pero otros, como el popular Teófilo de Luis, están amortizando el capital de cinco préstamos al mismo tiempo.

En cuanto a propiedades, algunos diputados destacan por el elevado número que consta en sus dosieres: Matilde Pastora Asian, del PP, declara tener, entre Las Palmas y Sevilla, cuatro pisos y una casa; Inmaculada Rodríguez Piñero, ex secretaria general de Infraestructuras de Fomento, cuenta con tres apartamentos, un loft, una vivienda unifamiliar y una parcela, ubicados entre Madrid, Valencia, Teruel y Cuenca. El socialista Ciprià Ciscar, por su parte, posee cinco viviendas, tres fincas y un local.

En muchos casos, la mayor parte proviene de una herencia, paterna o materna, como le ocurre al actual ministro de Industria, José Manuel Soria. Como dato singular, el popular no refleja ningún ingreso en el ejercicio económico anterior y, siendo que en la IX legislatura no fue diputado -las rentas que provienen del Congreso no hace falta indicarlas-, es posible que se olvidara de rellenar este apartado, aunque sí consta la cuota líquida -pago final más retenciones- de IRPF que hizo efectiva: unos 23.500 euros.

A falta de las declaraciones de los 56 diputados que faltan, el parlamentario que más ingresos declara y más paga de IRPF es el exalcalde de Sanxenxo Telmo Martín, del Partido Popular.

Declara haber percibido un total de 312.187 euros -entre su actividad profesional, el sueldo como concejal en Pontevedra y los intereses de varias cuentas corrientes- y haber pagado de IRPF 125.515 euros. Josep Sánchez Llibre, de CiU, le sigue de cerca con unos 201.095 euros de ingresos y 118.062,94 pagados de IRPF.

Martín tiene depositados en cuentas corrientes unos ahorros que ascienden a 236.145 euros, nada que ver con los 410.527 euros que tiene en el banco Enrique Álvarez Sostres (Foro) o los 660.966 euros de Celso Luis Delgado (PP).

Alfonso de Senillosa, también del PP, se encuentra entre los políticos con más patrimonio. Su declaración ya no puede verse en la web del Congreso, ya que renunció hace unos días a su escaño para incorporarse como director adjunto al Gabinete de Presidencia. Pero tiene algo más de 1,2 millones de euros en acciones en bolsa, varias viviendas, tierras, automóviles y motocicletas. Además, tiene un total de 2,26 millones de euros en imposiciones a plazo en el banco. De Senillosa es el fundador de la cadena de reprografía Workcenter.

En el lado contrario, hay parlamentarios con bajos ingresos o ciertas obligaciones, como Alberto Garzón, de Izquierda Plural (que perteneció al 15-M), que declara haber percibido en el ejercicio anterior 4.036 euros en concepto de una beca universitaria, un curso de verano y varias conferencias. Además, la cuota líquida de IRPF señalada es negativa (-613,24 euros). La diputada Rosa Delia Blanco, del PSOE, destaca una segunda hipoteca de su vivienda para el "mantenimiento" de los estudios de su hija.

Los diputados tienen dedicación exclusiva y no pueden desempeñar ninguna actividad pública o privada ni cobrar de los presupuestos públicos, pero hay excepciones, como las que se engloban dentro del ámbito universitario, la gestión del patrimonio -propio o familiar-, la producción literaria, artística o científica, etc. También las relacionadas con aquellas actividades o ejercicio de cargos en órganos de administración de entidades con participación pública cuando su elección corresponda hacerla a las Cámaras.

En cualquier caso, la comisión del Estatuto del Diputado decide si una actividad privada, como por ejemplo la de abogado, puede ser compatible o no con ser diputado. El socialista Pedro José Muñoz indica que se le permitió compaginar las dos actividades, pero que no ha ingresado nada como consecuencia de su condición de letrado; Arsenio Pacheco, del PP, tiene una farmacia por la que obtiene ingresos y Gonzalo Robles, también popular, declara unos 13.000 euros por asesorar al consejo consultivo de Accenture.

Hay también compatibilidades de cargos -aunque no de salarios- en lo público. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Matínez, por ejemplo, renunció a su sueldo de edil para cobrar solo el de diputada; sí es posible, por contra, cobrar dietas de un ayuntamiento, como hizo el pasado año del de Pamplona Uxue Barkos (Geroa Bai) y por lo que declara 17.993 euros. Esta cantidad no estaba incluida en su primera declaración, que ha sido modificada hace unos días con la consiguiente protesta de algunos grupos.

Por otro lado, muchos parlamentarios perciben trienios por su condición de funcionarios del Estado en excedencia. Y otros tantos cobran al mismo tiempo que del Congreso, de sus partidos. Es el caso, por ejemplo, de Baudilio Tomé, que percibió del PP en el ejercicio anterior 47.869 euros.

En el apartado de "observaciones" los diputados completan algunos aspectos de su declaración o aclaran conceptos. La ministra de Sanidad, Ana Mato, por ejemplo, explica que recibe la retribución mínima "al no ostentar ningún tipo de portavocía" ni estar presente en comisiones o en las Mesas del Congreso.

El popular Juan Manuel Albendea hace un repaso muy completo a su vida laboral desde que tenía 16 años y Rocío López (PP) escribe a mano unas notas. José Eugenio Azpiroz, también del PP, aprovecha para quejarse de que el Congreso "no le cotiza nada por la Seguridad Social" al partir de un “injusto criterio”.

Por último, algunas curiosidades: Leopoldo Barreda (PP) o José Luis Ábalos (PSOE), entre otros, pagan sendas pensiones alimenticias a sus hijos; Ricardo Sixto, de Izquierda Plural, indica que tiene una "pareja de hecho"; Macarena Montesinos, del PP, tiene cuatro pólizas de jubilación por un valor de 40.000 euros; Andrea Fabra, también del PP, hace constar tres planes de pensiones; y Jesús Posada, presidente del Congreso, tiene 3.975 euros en títulos de Prisa.

Rafael Rodríguez Ponga (PP), por su parte, pagó en el ejercicio anterior 4.090 euros en concepto de cuotas o donaciones a entidades de carácter "político, religioso, sindical, etc." y tiene 878 euros de acciones no cotizadas en el "Bank of Guam". Varias decenas de diputados poseen acciones en varias empresas y entidades bancarias conocidas, como Telefónica, Indra, Repsol, el Banco Santander o el BBVA.