La Agencia de Servicios de Emergencia recibió hace unos días una alarmante llamada desde el campus de la Universidad de Canberra, en Australia, a causa de "un fuerte olor a gas". Tras evacuar la zona, los expertos localizaron la fuente del hedor, quedando asombrados: se trataba de un durián.
Todo ocurrió en la biblioteca del campus, la cual tuvieron que desalojar ante la posible fuga de gas, que resultó ser solo una fruta. El durián es muy común en el sudeste de Asia y es conocida por su tremendamente fuerte mal olor. De hecho, está prohibido entrar en el metro de Singapur con una.
"Hemos sido evacuados. Publicaremos una actualización cuando los estudiantes puedan volver a entrar en el edificio", escribía el Facebook de la biblioteca. Unas horas después informaba de lo ocurrido: "Estamos abiertos. El olor que parecía ser gas en nuestro edificio es completamente inofensivo, alguien dejó un durián en uno de nuestros contenedores".
El personal contó a The Canberra Times que la fruta fue retirada del edificio en una bolsa sellada después de haber sido encontrada en un contenedor. "No es una conducta apropiada para los estudiantes si lo hicieron a propósito, y carecen de sentido común si no", explicaron sobre la entrada de alimentos a la biblioteca.
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