La cultura cafetera en la ciudad andaluza de Málaga es singular, con raíces que se remontan a principios del siglo XX, época en la que el Café Central abrió sus puertas en la Plaza de la Constitución. Tras la Guerra Civil, obtener algunas materias primas se volvió complicado, siendo el café una de las más costosas y escasas.
Por esta razón, los clientes idearon un código para solicitar diferentes medidas de café, que fue posteriormente documentado por José Prado Crespo, el fundador del histórico establecimiento de hostelería que cerró sus puertas en 2022. Desde entonces, los malagueños han desarrollado un lenguaje propio para indicar cómo quieren su café, según la cantidad de leche que lleve.
Diferentes formas de pedir café en Málaga
- Solo: El café sin leche, fuerte y amargo, servido en una taza pequeña, ideal para las mañanas o después de comer.
- Largo: Un café solo con un dedo de leche.
- Semilargo: Un café en una proporción de un 80% de café y un 20% de leche.
- Solo corto: Un café solo, en menor cantidad, más concentrado y oscuro.
- Mitad: Un café con leche al 50%.
- Entre corto: Un café con más café que leche, que resulta el opuesto al café semilargo.
- Corto: Un café con una proporción de un 30% de café y un 70% de leche.
- Sombra: Un café con más leche que café, claro y suave.
- Nube: Un café con mucha más leche que café, casi blanco y muy dulce.
- No me lo ponga: Una forma peculiar de expresar que no se quiere nada.
El arte de pedir un café en Málaga requiere conocer bien las proporciones y los nombres de cada variedad. Además, es recomendable acompañar el café con algún dulce típico de Málaga, como los borrachuelos, los roscos de vino o las tortas locas, para una experiencia gastronómica completa.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios