Practicar sexo y las otras cinco cosas por las que te podrían echar de un avión

Azafata de vuelo.
Azafata de vuelo.
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Azafata de vuelo.

Tener sexo en un avión es, cuánto menos, arriesgado. Aunque hay quien se siente atraído por el riesgo de 'ser cazado', como la pareja que fue sorprendida en los aseos de un vuelo de EasyJet el pasado 8 de septiembre, y que ha despertado un 'revuelo' -nunca mejor dicho-, en redes.

Sin embargo, esta no es la única acción que puede costar la expulsión, o como mínimo, la llamada de atención, de un vuelo. Estos son algunos comportamientos que pueden dejarte en tierra: 

1. Hacer comentarios sexistas sobre algún miembro de la tripulación

«¡Alguien tendría que haberme dicho que el capitán era una mujer!», es lo último que gritó un hombre en un vuelo de Trip Airline en Brasil antes de salir de él acompañado por los miembros de la seguridad del avión. 

Si además, el comentario misógino se acompaña de una acción física como tocar el culo a una de las azafatas, la cosa se pone peor, y además de salir del avión, lo más probable es que lo detenga la Guardia Civil, como sucedió, sin ir más lejos, a finales del mes de agosto en un vuelo entre Manchester e Ibiza.

2. Orinar en una botella

Los lavabos están para algo, aunque algunos, bien por los efectos del alcohol en exceso, bien por mala educación, se olvidan de ellos y prueban sus propias técnicas para orinar sin levantarse del asiento del vuelo. De hecho, algunos han probado a hacerlo en una botella. Es el caso del actor francés Gerard Depardieu, que fue expulsado del avión cuando, tras emborracharse, acabó orinando en su botella... y en el suelo. 

3. Hacer 'bromas' peligrosas

Las bromas de mal gusto pueden tener consecuencias muy graves, sobre todo cuando se trata de jugar con el miedo de la gente, en un espacio tan pequeño como el avión, donde puede cundir el pánico y producirse una tragedia. Por ejemplo: bromear o insinuar que hay un aparato explosivo, o una bomba cerca.

Esto es exactamente lo que hizo el actor filipino Jan Manalo, cuando, con intención de bromear, gritó: «¡Tengo una bomba en la bolsa!», al embarcar en un vuelo de Philippines Airlines a Manila y acabó, no solo fuera del avión, sino en una celda de la prisión local. 

4. Hablar por teléfono (parece obvio, ¿verdad?)

Hablar por el móvil en un avión está prohibido por la gran mayoría de las compañías aéreas. Es algo que, a estas alturas, todos sabemos ya. El motivo es que la radiación electromagnética que emiten estos dispositivos puede afectar la navegación y causar interferencias durante el vuelo.

Sin embargo, los hay a quienes las normas les importan bien poco. Algo así sucedió en un vuelo de Son Sant Joan, en Palma de Mallorca, con destino a Alicante, cuando una mujer se negó a dejar de hablar por su teléfono móvil pese a la insistencia de la tripulación, y obligó a la aeronave a regresar a su lugar de origen por seguridad.

5. Montar una fiesta en pleno vuelo

No hay vuelo sin despedida de solteras/os. Quien haya viajado a menudo en avión sabe que es muy común encontrarse grupos de chicas y chicos que viajan a algún lugar para celebrar el casamiento de un miembro del grupo. Las canciones al despegar, e incluso los complementos de disfraces están, relativamente, permitidos. 

Lo que seguro que puede ser motivo de conflicto es adelantar la fiesta de despedida, y en vez de esperar a aterrizar, comenzar con el alcohol, la música, los cánticos y los bailes en mitad del vuelo. 

6. Abrir la puerta de emergencia y desplegar el tobogán

Aunque parece de cajón, son muchos los casos de personas que abren la puerta de emergencia durante un vuelo. Como es obvio, esto es motivo, no solo de expulsión del vuelo, sino de detención. 

Esto ocurrió, cuando debido al retraso de cuatro horas de un vuelo, un pasajero impaciente abrió la salida de emergencias mientras esperaba su despegue en el aeropuerto de Sheremétievo, provocando que los toboganes de seguridad salieran desplegados.

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