Un profesor comparte los asombrosos poemas que sus alumnos hicieron con el juego de mesa Dixit: "Me he reconciliado con la humanidad"

El juego de mesa Dixit.
El juego de mesa Dixit.
WIKIMEDIA
El juego de mesa Dixit.

Los juegos de mesa pueden ser no solo un divertimento, sino una forma de aprender. Estimulan tanto determinadas habilidades que no es de extrañar que los profesores los utilicen en clase. Ya sea el Rummikub en Matemáticas o el Scrabble en Lengua.

Sin embargo, José Antonio Lucero, profesor de Literatura, decidió elegir otro juego para enfocarse en la creatividad de sus alumnos, y los resultados que consiguió le sorprendieron incluso a él.

"¿Los adolescentes no piensan nada más que en TikTok, pantallas o beber los fines de semana? Si eres de los que lo piensan, no te pierdas esto", contó en un hilo de Twitter que ya acumula más de 2.500 retuits y 8.000 likes.

Al parecer, estaba dedicando sus clases a los textos líricos, analizando desde obras de Lorca como canciones de Rozalén o Residente, entre otros. Pero entonces, les planteó una actividad en la que, en lugar de leer, debían escribir lírica.

Para ello, utilizó el juego de mesa Dixit, que contiene diferentes cartas con "diseños oníricos y surrealistas" con los que los jugadores han de representar conceptos. Inspirándose en un naipe elegido entre tres opciones diferentes, les pidió que hicieran un poema de mínimo 8 versos, con o sin rima.

"Hemos leído los textos líricos en una hora que bauticé como 'recital de poesía'", explicó. "No pude quedar más impresionado ante lo que oía... Ojo, son chicos de 13 y 14 años, con sus cosas típicas de adolescentes".

Y el primer ejemplo que José Antonio Lucero mostró ya empezaba con fuerza, pues, con un diseño de una anciana en un reloj de arena, hizo un texto de lo que echa de menos a su fallecida abuela, con la cual no pasó todo el tiempo que le hubiera gustado.

Una metáfora sobre el poder que una persona más dominante ejerce sobre ella; el valor del saber y tomar tus propias decisiones; el fuerte sentimiento de echar de menos a alguien; o una comparación de la vida como una partida de ajedrez son algunos de los ejemplos que el profesor ha mostrado.

"Si pensáis que los adolescentes están echados a perder, dadles un micrófono para que se expresen", concluyó el maestro, que en todo momento indicó que tenía permiso para mostrar los textos. "Yo no sé vosotros, pero hoy me he reconciliado un poco con la humanidad".

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