Un adolescente crea una cueva habitable con electricidad en el patio de su casa tras una rabieta con sus padres

Las discusiones entre padres e hijos pueden ser muy complicadas de gestionar, tanto que a veces hay que desahogar la rabia que da el no entenderse. Sin embargo, si la forma de desfogar es como la de Andrés Cantó, estaría bien que hubiera más peleas, pues un castigo por parte de los padres puede provocar que se cree una casa.

Este joven alicantino, que actualmente tendrá unos 20 años, acudió a finales de abril a Twitter para contar lo que había construido en el patio de su casa de Alicante a causa de una "pataleta de prepúber" que tuvo a los 14 años.

El 9 de marzo de 2015, sus padres le prohibieron ir a la ciudad en chándal, por lo que Cantó decidió quedarse en casa. Y, para desahogarse, cogió un pico y empezó a picar en su jardín. Pero ahora, 6 años después, parece que esta rabieta ha dado sus frutos.

Poco a poco, excavando después de clase y con la ayuda de su amigo Andreu, que llevó su taladradora eléctrica, llegó a conseguir un agujero, con una especie de escaleras naturales, al que podría llamarse cueva, una cueva en la que ya cabía él mismo. "Cambio físico brutal, chavales. Menos gym y más cuevas", bromeó el tuitero.

Piedras, pilares, vigas de madera, paredes adobadas e incluso bóvedas fueron las cosas que empezaron a tener la sorprendente cueva. Andrés Cantó empezó a crear habitaciones con su cama incluida y, durante la pandemia, continuó trabajando más seriamente para tener su propio espacio privado a 4 metros de profundidad.

Pero no solo el interior empezó a ser atractiva, sino también el exterior, en el cual colocó un coqueto porche, un estanque y una fuente. Y todo ello con la mejora de los mecanismos con los que trabajaba, entre los que incluyó una polea para sacar la tierra sobrante.

Pero la construcción ha llegado a un nuevo nivel, pues la ha equipado con luz, equipo de música y wifi, y las autoridades han acudido para poner en regla el papeleo del permiso de obra.

Parece que todo ha merecido la pena, por lo que él estará contento de haberse enfadado entonces y sus padres, orgullosos de no haberle dejado salir.