La idea de bucear con tiburones crea expectación y horror a partes iguales, pero cuando no te esperas dicha compañía puede resultar una experiencia verdaderamente traumática. 

Más aun si lo que vives es una historia parecida a la de Ketty He, que estaba practicando submarinismo cuando se percató de la aproximación de varios tiburones martillo cerca de la localidad de South West Rocks, estado de Nueva Gales del Sur (Australia).

Al ver lo que se avecinaba, Ketty se refugió detrás de unas rocas a 24 metros de profundidad para pasar desapercibida. "Se detuvieron encima, como cientos de tiburones sobre nuestras cabezas a diez metros de nosotros (...) Sientes que te miran y que una vez que te muevas van a ir a por ti", explico la submarinista a ABC News.

Fue capaz de realizar un vídeo del suceso a pesar de la situación tan traumática por la que estaba pasando, ya que al parecer, aunque los tiburones martillo no sean una amenaza para el ser humano, pueden llegar a alcanzar los 6 metros de largo y siempre van en números muy grandes.

Después de unos diez minutos de espera pudo salir de la situación. Un tiempo que se hizo eterno, ya que además, como cuenta la protagonista, fue un momento donde la corriente era muy fuerte y el agua estaba cambiando de temperatura.