Un colectivo de arte alemán llamado Plastique Fantastique, ha propuesto enfrentarse al coronavirus con una esfera de plástico a modo de casco, un ingenio llamado iSphere, nada probado ni homologado, que se inspira "en los cómics de ciencia ficción de los años 50", según explican en su página web. 

"El iSphere es un proyecto de código abierto que todos pueden producir, desarrollar y mejorar", afirman. Tanto en su web como en sus redes sociales explican cómo fabricarlo con materiales sencillos y las diferentes variantes que se pueden construir. 

A pesar de todo esta iSphere es tan sólo una forma de reflexionar sobre cómo "el coronavirus está cambiando nuestra relación entre nosotros y afecta nuestra percepción de la realidad". No se trata, pues, de un método de protección, sino una iniciativa artística. 

Donde otros se plantean cuestiones más mundanas, el colectivo de artistas, que suele montar obras de arte en entornos urbanos basadas en burbujas y plástico transparente, se pregunta "acerca de la mutación de nuestra vida social y los efectos de la privación del contacto físico".

Para construir una iSphere, sobre la que por supuesto no se han hecho pruebas, ni explica si se puede respirar dentro, ni si es efectiva frente a contagios, dicen que hay que pegar "2 hemisferios huecos transparentes juntos y cortamos un agujero que se ajusta a nuestras cabezas. Todo el procedimiento llevó unos 30 minutos y el coste del material es de alrededor de 24 euros.

Y animan a ser creativos con "dispositivos adicionales pueden darle un toque único a cualquier iSphere: puede tener una sombrilla, una capa espejada, un micrófono integrado, un altavoz, un ventilador o un tubo respirador".