Quien tiene una planta en casa sabe la alegría que se siente cuando ves brotar los primeros tallos y las flores más tempranas después del invierno. Normalmente, cuidar las macetas es tarea de los adultos, pero ¿por qué no aprovechamos estos días en casa para enseñarles a los niños a ser responsables con las plantas?

Este pequeño gesto puede significar para ellos un gran aprendizaje ya que la jardinería no solo consiste en regar y abonar las plantas, también, y sobre todo, implica responsabilidad ya que los pequeños se inician en una serie de hábitos muy importantes para su futuro, como es la constancia y el respeto a los demás seres vivos.

Si en el hogar hay varios niños, encárgales a cada uno la tarea de cuidar una planta y, si son creativos, puedes dejarles que pinten la maceta con ceras o acuarelas, porque el resultado final es muy vistoso y la planta lucirá más bonita si cabe.

Hay que tener cuidado, porque las plantas se estropean si tienen mucha humedad

Luego, enséñales la importancia que tiene la luz para cada planta, dependiendo de si son de interior o de exterior. Ayúdales a regar las primeras veces con un vaso sino hay regadera en casa y avísales que la clave está en no pasarse con el agua porque a veces las plantas se mustian si tienen mucha humedad.

Los primeros días tendrás que orientarles, pero luego es muy importante que saquen su vena responsable y recuerden cuándo tienen que regar su planta o en que momento es necesario quitarle las pequeñas malas hierbas que salen a su alrededor.

Querer es poder y seguro que con unas pequeñas clases prácticas rápidamente aprenden a cuidar sus plantas hasta hacerse tan grandes como las habichuelas mágicas de Juan ¿Qué no sabéis quién es Juan? Vuestros hijos e hijas os lo dirán, porque también tienen muchas cosas que enseñaros.

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