La deliciosa tarta de limón fácil, rápida y saludable que puedes hacer sin horno y con solo 3 ingredientes

Este postre refrescará tu paladar en cualquier época del año. En solo cinco minutos y sin esfuerzo, podrás conseguir hacer esta receta saludable que tanto le gustará a tus invitados.

Tarta de queso, limón y canela sin horno
Tarta de queso, limón y canela sin horno
Volkan Sezai Suda (istock)
Tarta de queso, limón y canela sin horno

Parece que en España, una vez termina el verano y bajan las temperaturas con la llegada del otoño, no nos importa tanto pasar más tiempo dentro de la cocina. Sin embargo, muchas veces no tenemos ganas o tiempo de invertir más de una hora en preparar un postre delicioso

Para evitar complicaciones innecesarias, nosotros tenemos una receta fácil de tarta de limón que apenas te llevará cinco minutos elaborarla. Es más, te invitamos a que la prepares con los peques de la casa porque ellos mismos comprobarán lo sencillo que es rematar esas veladas con un postre excepcional. Solo tres ingredientes, unas horas en el frigorífico y... ¡voilà

Tarta de limón con tres ingredientes

Para elaborar esta tarta de limón no necesitarás el horno en ningún momento. Que hace mucho calor para andar encendiéndolo… Sólo es necesario que tengas en casa galletas María o de mantequilla, o las que a tí más te gusten. También quedan genial las de canela. Este primer ingrediente dependerá un poco de los gustos de cada uno.

El segundo ingrediente que le dará la consistencia que buscamos es la leche condensada. Sí, se trata de un preparado con extra de azúcar, pero si no quieres que sea tan azucarada, las tienes de muchas marcas en versión light. Otra opción, la más saludable, es la de preparar la leche condensada sin azúcar en casa. Para ello necesitarás leche entera (mejor, que es más saciante), leche en polvo y endulzan como por ejemplo stevia. Lo echamos todo en un bol y trituramos. Eso sí, conviene dejarlo enfriar unas horas para que coja consistencia.

Tarta de queso con limón
Tarta de queso con limón
Getty Images/iStockphoto

El tercer y último ingrediente son tres limones frescos. Con ellos haremos zumo de limón y también utilizaremos la ralladura de su cáscara para adornar y dar un toque cítrico amargo que contrasta de maravilla con el dulzor de la leche condensada.

Elaboración de una tarta de limón

Para comenzar, cogemos los tres limones que vamos a utilizar en esta receta y los presionamos ligeramente mientras los hacemos rodar por una tabla de madera que habremos dispuesto en la encimera de la cocina. No todo el mundo lo sabe, pero este pequeño truco hará que, al pasarlos por el exprimidor, saquen mucho más jugo de su interior. Se trata de 'ahuecar' la carne del limón de la cáscara sin abrirlos.

Una vez tenemos el zumo preparado, vertemos 500 gramos de leche condensada sobre un bol suficientemente espacioso. Poco a poco, vamos vertiendo pequeñas cantidades del zumo de limón sobre ella, y removiendo con una espátula de cocina de silicona. Repetimos la operación, en pequeñas cantidades de zumo, hasta que éste ya esté incorporado a la leche condensada por completo. Podemos ayudarnos de una batidora a velocidad baja para que la mezcla quede con la textura consistente deseada.

¿Cómo hacer la base de galleta?

Aunque puedes hacer la tarta a base de capas (una de galletas enteras, una de mezcla crema, otra de galletas enteras, otra de crema…), a nosotros nos gusta más la versión de las galletas favoritas machacadas.

En un recipiente suficientemente ancho deposita las galletas, unos 300 gramos, y procede a desmenuzarlas lo máximo posible. Puedes hacerlo con un tenedor y mucha paciencia, con un robot de cocina que tenga cuchillas grandes a tal efecto, o bien metiendo tus galletas en una bolsa de congelado hermética, posicionándola sobre la encimera, y pasando un rodillo de cocina con cierta presión sobre ella. Poco a poco verás que las galletas quedan hechas miguitas, que es de lo que se trata.

Galletas de semillas de lino
Galletas de semillas de lino
Getty Images/iStockphoto

Una vez tienes ese 'polvo de galletas' ve incorporando pequeñísimas cantidades de agua mientras la mezclas con las galletas. Verás que se va formando una masa algo más compacta, que será la que después nos permita moldearla para colocarla en la base de la tarta de limón. Cuando hayamos conseguido la consistencia deseada, esa que nos permite hacerla una bola como si fuera plastilina, la base de galleta estará lista.

Así podemos dar forma a una tarta

Sobre el molde que a ti más te guste (a nosotros nos gustan redondos, clásicos, pero los hay de mil formas si te atreves a innovar), de los que tienen un cierre que poder abrir y desmoldar después, coloca la base de pasta de galleta bien extendida y de la manera más uniforme posible. Aplástalo con una cuchara grande o con la herramienta plana que creas más conveniente. La idea es que esa masa de galleta quede compactada al fondo. Es aconsejable que dejes los bordes un poco más elevados para que después albergue en su interior la mezcla de crema de leche condensada y limón que tenemos preparada.

El molde debe ser desmontable para que la tarta quede perfecta.
El molde debe ser desmontable para que la tarta quede perfecta.
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Una vez hemos finalizado esa base de galleta compacta, agregamos al molde la crema de leche condensada y limón con la textura firme deseada y extendemos cuidadosamente con la espátula de silicona. Sobre ella, podemos rallar finamente la cáscara de un limón previamente lavado para darle ese toque cítrico amargo que resulta tan apetecible para el paladar. Si te apetece que el emplatado sea perfecto, coloca en el centro una rodaja de limón, para llevar a cabo la perfecta decoración

Una tarta sin horno: sólo necesita frigorífico

Como ya hemos comentado anteriormente, esta tarta fácil de limón no necesita horno. Su lugar natural una vez preparada es el frigorífico. Si se trata de un postre que necesitas con cierta premura, puedes dejarlo unas dos o tres horas en su interior para que termine de coger la consistencia precisa. 

Sin embargo, lo más aconsejable para bordarlo y no dejar a nadie indiferente, es meter esta tarta de limón a la nevera un día entero. Es decir, hacerla en apenas cinco minutos, pero dejarla reposar en frío para que, al servirla al día siguiente, tenga el espesor perfecto. De esta manera, al estar muy fría, resultará mucho más apetecible en verano, y contrarrestará en cierta medida el exceso de azúcar de la leche condensada. ¡A disfrutar de la tarta de limón fácil, rápida!

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