Es difícil encontrar un rincón en España en el que los churros no sean objeto de deseo, a partes iguales para el desayuno y para la merienda. Lo más tradicional es mojarlos en un chocolate líquido caliente, aunque cada uno puede degustarlos como desee. Hoy vamos a demostrar que cocinar unos churros saludables y crujientes en casa es tan fácil, que tendrás que ponerle freno (y mucha fuerza de voluntad) para no comerlos todos los días.
Agua, harina, sal y azúcar es todo lo que necesitarás para hacer churros caseros igual de ricos que los de esa cafetería en la que siempre los pides. Con la receta que compartimos, de KitchenAid, podrás mezclar agua y leche entera a partes iguales. La única precaución para llevar esta sencilla receta a buen término está en la masa: hay que conseguir que sea cien por cien compacta para evitar que se formen en su interior bolsas de agua que, al entrar en contacto con el aceite muy caliente, podría provocar una avería al saltar más de lo deseable. Para este particular, lo ideal que tener una máquina churrera, que consigue la textura necesaria de la masa de churros, sin grumos y sin aire.
Ingredientes para la receta de churros caseros
- 240 ml. de leche entera
- 240 ml. de agua
- 180 g de mantequilla
- Azúcar glasé
- 1/2 cucharadita de sal
- 250 g de harina
- 6 huevos
- 100g de azúcar con canela
Preparación de los churros en casa, con leche añadida
- Mezclamos 1 cucharadita de canela con 100 gr de azúcar glasé. Utilizamos esta mezcla de azúcar con canela para espolvorearla sobre los churros una vez estén fritos.
- Introducimos la leche, el agua, la mantequilla, el azúcar y la sal en una cacerola. La ponemos a fuego medio hasta que se derrita la mantequilla.
- Bajamos el fuego y añadimos la harina a la cacerola.
- Removemos con fuerza con ayuda de una cuchara de madera hasta que quede una masa homogénea.
- Introducimos la masa en el recipiente del robot de cocina equipado con el accesorio batidor plano.
- Comenzamos a mezclar a velocidad 1 y añadimos los huevos de uno en uno.
- Colocamos la masa en una manga pastelera con una boquilla en forma de estrella.
- Calentamos una olla grande con aceite para freír hasta que este alcance los 175 °C.
- Apretamos la manga pastelera (o la churrera, mejor) sobre la olla para hacer churros de unos 8 cm.
- Cortamos los extremos de los churros con unas tijeras para facilitar el proceso.
- Freimos los churros durante 2 o 3 minutos, hasta que se doren.
- Espolvoreamos sobre ellos, una vez fritos, la mezcla de azúcar con canela.
Así se elaboran los churros del chef
Marc Segarra, chef ejecutivo del restaurante con una Estrella Michelin Refectorio de Abadía Retuerta, comparte con este diario sus secretos de cocina para elaborar los churros más exclusivos. "Para conseguir que no queden grumos en la masa, el truco es escaldar bien la harina cuando se mezcla con el agua". En este caso, como en el de los churros tradicionales, la leche no hace acto de presencia como en la de KitchenAid. El chef continúa: "El agua, además, es importante que tenga una temperatura elevada".
Segarra, además, comparte con nosotros su tip más original: "en ocasiones utilizo agua que aromatizo previamente con pieles de naranja, lo que considero que aporta un frescor muy agradable y sutil a la elaboración final". Por lo que respecta al momento de la fritura, es fundamental freír los churros al momento, en una temperatura de 170 o 180 grados, así como contar con una boquilla especial para freír churros, con una punta específica en forma de estrella de varios picos. El aceite, según el prestigioso cocinero, dará siempre mejor resultado si es de girasol alto oleico, más suave que el de oliva.
Así se hacen los churros 'a la mexicana'
El restaurante Bakan de Madrid, cuya propuesta gastronómica se asienta en la cocina mexicana de raíz, cuenta con un postre en su carta de 'Churros de la Plaza', espolvoreados con azúcar y canela y acompañados con crema batida, salsa de chocolate y salsa de cajeta. "Lo que mucha gente no sabe es que los churros, además de ser un icono de la gastronomía madrileña, también son muy típicos en México, donde les agregamos mayor cantidad de azúcar y canela", señala Sergio Suazo, chef ejecutivo del Grupo Bakan.
Para la elaboración de estos churros del otro lado del océano se utilizan 150 gramos de harina, una pizca sal, 20 gramos de mantequilla fundida y 200 gramos de agua, así como azúcar y canela para terminar. "Ponemos a calentar el agua y, una vez caliente, aunque no hirviendo, agregamos la mantequilla y la sal para que se funda. Tras ello, agregamos de golpe la harina y vamos removiendo hasta que el agua se absorba", explica Suazo. Con ello, la idea es que se forme una masa consistente y sólida, que no quede aguada, uno de los principales secretos de la receta.
Una vez formada la masa, se dará forma a los churros con una manga pastelera y una duya (el extremo con formas) para que vayan cayendo en una cacerola con aceite caliente con muchísima precaución. "Una vez pasados los churros por el aceite, desde que comienzan a flotar en él, hay que contar minuto y medio para sacarlos", concluye el experto.
Dos trucos definitivos para hacer churros saludables
Para finalizar, os compartimos dos tips que facilitarán mucho la labor. Uno consiste en colocar la masa de los churros en crudo, hecha porciones individuales ya, sobre la encimera, antes de freírlos. Así evitaremos salpicaduras peligrosas y maniobras poco recomendables en el momento de freír.
La segunda recomendación es, una vez fritos los churros, colocarlos cuidadosamente sobre una fuente en la que habremos colocado papel absorbente de cocina, para eliminar el aceite sobrante.
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