Andrea Corr nos recibe en la habitación 123 del madrileño hotel Palace. Si hubiese que resumir su físico con un adjetivo, ése sería, sin duda, "menuda". Andrea es bajita y delgada y, mientras se sienta para charlar con nosotros, se envuelve en un chal violeta, tal vez para protegerse del aire acondicionado.

Ella ha venido a nuestro país para promocionar su último disco, el primero que lanza en solitario, Ten Feet High. Empezamos preguntándole por esta nueva faceta en su carrera musical.

¿Por qué ha elegido este y no otro momento para iniciar su carrera en solitario?

En primer lugar, no lo considero una carrera en solitario, sino un proyecto en solitario. Por una parte, cuando The Corrs acabamos de grabar nuestro último álbum (Home, 2005), todos (sus hermanos Sharon, Carolina y Jim) estaban en ese momento de la vida en que necesitaban parar para cuidar de sus hijos, o bien estaban embarazados, y yo, evidentemente, no estoy en ese momento de la vida. Además, años atrás la discográfica me había hecho una oferta que yo había rechazado; mi manager me lo recordó y me dijo: "creo que debemos hacerlo". Yo ya había escrito algunas canciones en casa, así que pensé que era el momento de animarme y de dejar de lado lo cómodo [de trabajar en grupo].

Entonces, ¿era una idea que ya le rondaba por la cabeza?

No. Lo que ocurre es que los contratos discográficos a veces incluyen una clásula con la opción de que el cantante [de un grupo musical] lance un trabajo en solitario, y este era el caso. Yo, en realidad, no lo había pensado antes.

En el primer sencillo, Shame on you, critica con bastante dureza la guerra y el servicio militar. ¿Se considera pacifista?

Sí, aunque la crítica al servicio militar no se refiere a los soldados. En la canción, de hecho, me pongo a su favor, en defensa de ellos. Es por ellos por quienes lloro en Shame on you. Pero, para que se me entienda y por lo que respecta a la inspiración, debo decir que había leído el libro Birdsong, de Sebastián Faulks, que trata sobre la Primera Guerra Mundial y, al mismo tiempo, me había visto constantemente bombardeada a diario con imágenes, tanto en el periódico como en la televisión, de rostros de hombres y mujeres jóvenes cuyas vidas se les acababan con veinte años. Y eso es una pérdida tremenda de vidas. Así que la canción está hecha desde la perspectiva de esta gente: las mujeres que estos hombres dejan atrás, los niños que nacen y se quedan huérfanos, los niños soldados. Yo no creo en [la utilidad de] todo eso.

¿Se siente especialmente respaldada por tener a Bono, de U2, como productor ejecutivo?

El proyecto, en general, no ha sido fácil para mí; [en solitario] quedas al descubierto, y te vuelves mucho más vulnerable, es como si le dijeras a todo el mundo: "eh, leed mi diario". Y a mí siempre me ha gustado ser reservada, nunca me he hecho notar. Así que su empuje, el hecho de que creyera en las canciones que yo he escrito y su apoyo para que hiciera el disco... se lo agradezco mucho.

Procuro no pensar mucho en eso. Todo lo que intento es realizarme a mí misma y hacerlo lo mejor posible, con cabeza; es todo lo que puedo hacer. Sólo espero que les guste también a los fans de The Corrs, pero yo tenía que ser honesta y realizarme a mí misma musicalmente.

Cuando compone, ¿qué surge primero, la letra o la música?

Aunque a veces escribo primero la letra, casi siempre es la música lo que surge antes. Cuando me siento al piano, primero creo una melodía y, entonces, un verso... así que, ahora que lo pienso, de algún modo letra y música vienen juntas.

¿Qué parte del proceso de creación de un disco le gusta más: la composición, los arreglos, la grabación en estudio o el directo?

Todo tiene algún aspecto magnífico. Escribir una canción nueva te da mucha energía, notar que has creado algo que antes no existía te hace sentir realmente bien. Después, grabar en el estudio es genial porque, cuando has escrito tú las canciones, ves cómo tu trabajo toma forma. Eso fue especialmente bien con Nellee (Hooper, el productor) y su gente, porque se implicaron con cada tema como si fuese una historia o una pequeña película y, como todos las canciones del disco son completamente distintas, cada día en el estudio era diferente al anterior. También me encanta interpretar las canciones en acústico.

Fue en Mallorca, en Palma, en la plaza de toros. Fue genial. El público era maravilloso. En España el público es realmente especial, y siempre lo ha sido para los Corrs. Es tan emocionante ver a todo el mundo cantando tus canciones y cómo realmente les han llegado al corazón...

¿Qué disco o canción de la historia de la música le habría gustado componer?

Hay tantos... Going to look for America, de Simon & Garfunkel, posiblemente. Hallelujah, de Leonard Cohen. Y Last goodbye, de Jeff Buckley.

¿Se baja música de internet? ¿Qué opina del software peer to peer?

Descargué un disco de iTunes, pero no me gustó la experiencia porque soy tradicionalista y me gusta ver el disco, su portada, sus fotos, sus letras... No lo sentí como un objeto valioso, como lo son mis discos, que puedo tener en la mano. Pero los nuevos artistas, los que no son comerciales y no encuentran una compañía que les respalde, tienen su oportunidad en la red y pueden así llegar a audiencias más amplias... Aunque la piratería está teniendo un efecto terrible en el mercado de la música, lo está destruyendo, y eso me da pena.

¿Qué es lo más extraño que le ha pasado sobre un escenario?

Me han pasado un montón de cosas raras sobre los escenarios... ¡y me encanta que me pasen cosas inesperadas! Muchas veces canto la canción equivocada y confundo la letra. Esa es otra de las desventajas de internet, que todas esas cosas acaban en YouTube y todo el mundo las termina viendo. Tus errores te persiguen. En fin, he llegado a olvidar mi flauta, las letras de las canciones, lo que estoy haciendo, quién soy, de dónde soy, quiénes son ellos... todo.

¿Le gustaría que alguno de los singles de su álbum se utilizase para un spot publicitario o cree que se perdería el mensaje de la canción?

Depende del anuncio. Si fuera para un spot de papel higiénico, probablemente diría que no, pero si fuese un anuncio para coche... algunos están muy bien, podría "pegar" con mi canción y quedar bien. Creo que si me lo ofreciesen, consideraría las opciones, pero no tendría ningún problema, no me importaría.

¿Qué es lo primero que piensa al despertarse?

Tantas cosas distintas... No sé. ¿En qué pienso? Pongo música, en la radio irlandesa, así que los locutores son lo primero que escucho.

¿A quién ha perdonado pero no olvidado Andrea Corr?

Interesante... No lo sé, es muy difícil. He perdonado... he perdonado...

¿Tal vez un hecho, más que una persona?... Si sirve de ayuda

Supongo que he perdonado la hambruna en Irlanda, pero no la he olvidado.

¿Cuántos e-mails y cartas recibe a diario? ¿Cuántos son propuestas de matrimonio?

No recibo muchas cartas ni e-mails, ¡ni peticiones de matrimonio!

¿Echa de menos estar arropada por sus hermanos haciendo promoción en el extranjero?

Los echo de menos en todos los sentidos. Cuando estás lejos de alguien, te das cuenta de cuánto te protegía, y eso me ocurre a mí con mis hermanos. Además, a mí me encantaba permanecer callada durante las entrevistas y ahora tengo que hablar yo todo el tiempo. Todo esto sin ellos está suponiendo un reto para mí.