Japón ha caído en octavos frente a Bélgica (3-2). La mejor generación de la historia nipona ha sufrido ante los belgas posiblemente la peor derrota de la historia del país.

Inui, Kagawa, Shibasaki… Japón había reunido posiblemente al mejor elenco que podía para ir a Rusia. Al más esperanzador. Y el que más cerca ha estado de pisar nunca unos octavos de final de un Mundial. 0-2 se puso el equipo de Akira Nishino para acabar perdiendo en el descuento por 3-2. Durísimo. Pero así es el fútbol. Este era la sexta ocasión en la que acudían al torneo mundial, todas de forma consecutiva desde 1998. En el Mundial de Francia cayó en la fase de grupos; en Corea y Japón, en octavos; en Alemania también en la fase de grupos y en Sudáfrica alcanzó los octavos.

En 2002 y 2010 estuvieron también cerca del quinto partido. En el primero cayeron ante Turquía, y en el segundo se fueron a casa tras perder en los penaltis frente a Paraguay (5-3). En Rusia, posiblemente ante un rival mucho más difícil que aquellos dos, han caído cuando ya rozaban con la yema de los dedos la siguiente ronda. La última selección asiática que quedaba en pie cayó… pero con la cabeza alta. Empezó a soñar con un buen gol de Haraguchi y de verdad pensó en el pase tras un golazo de Inui desde fuera del área. Nada pudo hacer Courtois ante un remate del bético que iba empujado por todo el país. Solo llevaban 5 minutos de la segunda parte y Japón se veía haciendo historia.

Nada más lejos de la realidad. Fue un sueño que acabó en pesadilla. Vertonghen, Fellaini y Chadli fueron los ogros que comandaron la remontada, y que dejaron en saco roto los esfuerzos de la mayor generación de la historia de Japón.