Sara Ezquerro retuiteaba unos días antes de la noticia oficial la portada de 'Marca' (que no gustó a todos) en la que hablaba de la entrada del Real Madrid en el fútbol femenino. Para la portera del CD Tacón era una noticia enorme, ya que la absorción del club blanco hacia su equipo suponía un largo camino que puede conducir a un sueño que persigue desde pequeña: defender el escudo del club de sus amores.

Su madridismo le costó ser linchada en las redes sociales, primero, y la expulsión del equipo en el que jugaba en 2016. Todo fue por unas fotos suyas que empezaron a circular en las que, con una bufanda del Real Madrid en la muñeca, sonreía festejando con tantos otros madridistas la consecución de la Undécima Copa de Europa en Cibeles.

Luego ella misma explicó que ni era después del partido ni era en la fuente, sino en los aledaños del Bernabéu. Eso daba igual, porque las redes sociales ya habían dictado sentencia. En ningún momento pensó que eso le iba a costar tan caro. Sara Ezquerro, por aquel entonces, era la portera del Atlético de Madrid Féminas B, club al que el Real Madrid le había ganado su segunda Champions en dos años. Y los fans colchoneros no lo perdonaron.

De 'cierva' para arriba iban los insultos, incluso amenazas, que hicieron pasar a esta por entonces adolescente el peor trago de su vida. Hace 3 años, cuando sucedió aquello, contaba en una entrevista a OK Diario que pasó miedo. "Cuando mi equipo jugaba o entrenaba no he podido ir al Cerro del Espino a verlas porque eran tantas las amenazas y las bestialidades que me han dicho que pensaba que alguien era capaz de ir a por mí", relataba.

Casualidad o no, el Atlético de Madrid decidió no renovarla a final de esa temporada y a sus casi 18 años se vio sin equipo por una foto, después de una temporada nefasta para ella porque, además, estuvo 7 meses lesionada.

"Gracias por estos años, asumo la decisión del club. Espero que el tiempo ponga a cada uno en su lugar, nos volveremos a encontrar. Muy agradecida de haber construido este camino juntas. "Pues eso tías que os quiero", escribió en su instagram cuando se confirmó que no la renovarían.

En ese momento, le llegó la oportunidad de fichar por el Club Deportivo Tacón, que ya había empezado los contactos con el Real Madrid (el germen de la unión CD Tacón-Real Madrid data de, al menos, 2015) y desde entonces su vida ha cambiado.

Tras su paso al Tacón, Sara Ezquerro creció como futbolista y alcanzó cotas que con el Atlético Féminas B no habría soñado: ha ganado tres Ligas consecutivas de Segunda y ha jugado dos 'playoff' de ascenso, el último que les ha dado el pase a la Liga Iberdrola. Conforme crecía el equipo, ella misma se iba haciendo imprescindible como la cancerbera titular, y el aprendizaje de Jordi Codina, preparador de porteras del equipo, ha sido fundamental para este factor.

Queda por saber qué será de ella. Después del año de transición en el que el CD Tacón seguirá viviendo como un ente independiente, la absorción se hará total en la 2020/21. Para ese momento, el proyecto deportivo estará ya encaminado a crear una plantilla ganadora que pueda pelear con las todopoderosas plantillas del FC Barcelona Femení y del Atlético Féminas, que una vez contaron con Ezquerro bajo palos.

Su gran sueño es quedarse y, esta vez, no tener que ocultar su madridismo. Tendrá que demostrar en el campo que está a la altura del proyecto y expectativas que se esperan del Real Madrid. Si al final no cuentan con ella, no será por falta de amor a los colores.