El escándalo ha salpicado la vida de Kimi Raikkonen. El piloto de Ferrari se ha visto envuelto en unas acusaciones de acoso sexual que él niega tajantemente y a las que ha respondido, además, presentando una denuncia por acoso y chantaje hacia la presunta víctima.

Hace unas semanas, el diario 'Le Presse' de Montreal, donde se produjeron los presuntos hechos de acoso sexual en 2016, revelaba lo ocurrido. Una mujer que por entonces tenía 20 años y trabajaba de camarera en el bar Velvet Speakeasy denunció que Raikkonen "deslizó la mano por el vestido" y le agarró el pecho.

En aquel momento no presentó ninguna denuncia, pero sus representantes legales se pusieron en contacto con los del piloto para ponerles en conocimiento de que iban a emprender acciones legales.

Los abogados de Raikkonen afirman que la mujer pidió dinero, aunque el abogado de la misma sólo quería una "oportunidad para sentarse a hablar sobre lo sucedido".

El caso está pendiente de juicio aunque el piloto finlandés niega los hechos.

El problema del acoso sexual está más latente que nunca y son muchas las mujeres que se han atrevido a denunciar a sus agresores, elevando el asunto al orden del día mundial con el objetivo de dar visibilidad a una lacra que no siempre ha tenido la relevancia que merece.