Corría el mes de febrero de 2004 y el equipo español de Copa Davis visitaba la República Checa sin sus dos mejores jugadores, Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyá. La serie por el pase a la final se disputaba en pista rápida y ambiente hostil y España acudía con Feliciano López, Tommy Robredo, Alberto Martín y un jovencísimo Rafael Nadal, que debutaba en la competición.

Con solo 17 años el balear reconocía que “es cierto que nos faltan los dos números 1 del equipo, pero el resto de jugadores estamos entre los 50 primeros del mundo y esto debe hacer que no nos sintamos inferiores”. Nadal partía como candidato a formar en el dobles con Tommy Robredo pero, tras una semana de prácticas en Brno, los capitanes decidieron que abriera y cerrara la eliminatoria.

No le fue bien en su debut. Rafa cayó en tres sets ante el top-5 mundial y número 1 del equipo checho, Jiri Novak (7-6, 6-3, 7-6). A pesar de que Robredo igualó la eliminatoria, ésta volvió a ponerse cuesta arriba tras la derrota española en el partido de dobles.

Feliciano López fue el encargado de abrir la última jornada de la serie y lo hizo con victoria, por lo que todo quedaba en manos de Nadal. Lejos de resentirse por la derrota frente a Novak, el de Manacor dominó el partido ante Stepanek y amarró el punto definitivo en tres sets.

Con esa victoria Nadal acercó a España una 'Ensaladera' histórica. Aún no tenía edad para conducir pero mostró el potencial de un joven talento que terminó convirtiéndose en leyenda.